Proficiente es un término que tiene su raíz etimológica en proficĭens, un vocablo latino. Este adjetivo se utiliza para calificar al sujeto que logra un progreso o que consigue aprovechar alguna situación.
Alguien proficiente, por lo tanto, es un ser humano aventajado o adelantado. Por ejemplo: “Los jóvenes del pueblo no son proficientes en el ámbito académico”, “Necesitamos empleados proficientes, que tengan aspiraciones de desarrollarse dentro de la compañía”, “Lamento que no seas proficiente y que siempre estés estancado en el mismo lugar”.
El individuo proficiente
Quien es proficiente goza de proficiencia. Esta es la denominación que se emplea para nombrar a la capacidad de adquirir o desarrollar una destreza. El uso más habitual de la noción de proficiencia se encuentra vinculado a la capacidad para aprender y utilizar un idioma extranjero.
Aplicado e incluso aventajado son los dos adjetivos que se pueden utilizar como sinónimos de proficiente, mientras que retrasado puede ser uno de los antónimos más empleados de aquel.
En este sentido, los estadounidenses solían usar el término proficiency, que llegó a nuestra lengua como proficiencia. Poco a poco, el concepto comenzó a expandirse y así pasó a calificarse a los alumnos con buenas habilidades para aprender idiomas como proficientes.
Demostración de competencias
Se han creado evaluaciones para medir la proficiencia oral o escrita de un alumno. Los estudiantes con mejores resultados son los más proficientes de su grupo.
La proficiencia, en definitiva, consiste en la demostración de una competencia, una capacidad o un conocimiento. Si el jefe le entrega un manual a un empleado para que comience a familiarizarse con un nuevo sistema informático y, a los dos días, el trabajador ya maneja a la perfección la herramienta tecnológica, se podrá decir que es una persona proficiente.
La búsqueda de trabajadores proficientes
Precisamente muchas son las empresas que, a la hora de buscar trabajadores para distintos puestos de trabajo, alaban y valoran de manera notable que los candidatos dejen patente su proficiencia. En este caso, cuando tienen los currículos de los posibles empleados en sus manos tienen muy en cuenta que a lo largo de su trayectoria profesional no se hayan estancado, sino que hayan ido demostrando su interés por mejorar y aprender. En este sentido, pueden destacar desde cursos específicos sobre el sector que hayan realizado como los avances y titulaciones que hayan logrado en materia de idiomas.
En muchos sectores es necesario que los profesionales sean proficientes y es que esos ámbitos se van actualizando de manera continuada y requieren que el personal se adapte a las novedades y esté al día de todas las mejoras que se introducen. Así, por ejemplo, los expertos en teléfonos móviles u ordenadores portátiles tienen que estar atentos a diario al conjunto de nuevos terminales, prestaciones y servicios que se van ofreciendo.
De la misma manera, no hay que pasar por alto que también esa cualidad debe estar muy presente en el cuerpo médico. Y es que es imprescindible que los doctores estén al día de nuevas operaciones, tratamientos y medicamentos que van apareciendo, en pro de mejorar la salud y el bienestar de sus pacientes.