La noción de programa de trabajo tiene diversos usos. Por lo general se aplica para nombrar a la planificación que se desarrolla en torno a un proyecto o a una iniciativa. El programa de trabajo, de este modo, detalla qué acciones se llevarán a cabo y cuáles son los pasos a seguir.
Lo que hace el programa de trabajo, en este sentido, es sistematizar las actividades que se planean realizar. Supongamos que un club adquiere un terreno para construir un nuevo gimnasio. Con ese fin, los directivos elaboran un programa de trabajo y fijan una fecha como plazo para completar las obras. El programa de trabajo contempla preparar el terreno, levantar los cimientos, desarrollar la estructura, decorar el gimnasio, etc.
La finalidad de un programa de trabajo es la planificación y la coordinación de las acciones. Esto resulta esencial cuando se contempla la participación de diversas instituciones en un mismo proyecto. Un programa de trabajo para el saneamiento de un río, por citar una posibilidad, puede repartir las tareas entre el gobierno municipal, el gobierno nacional y una organización no gubernamental que trabaja para la protección del medio ambiente.
Un programa de trabajo permite coordinar y planificar acciones.
TemasTipos de programa de trabajo
Un programa de trabajo también puede estar vinculado a una modalidad de empleo. Existen programas de trabajo en vacaciones, por ejemplo, que contemplan el desarrollo de una actividad laboral combinado con el disfrute del ocio. Este tipo de programas suelen aplicarse en destinos turísticos, que invitan a extranjeros a trabajar y, a su vez, a disfrutar del lugar.
También se habla de programa de trabajo digno o programa de trabajo decente cuando un Estado fija ciertos requisitos que las empresas deben cumplir a la hora de dar trabajo.
Según el contexto, es posible distinguir entre diferentes clases de programas de trabajo.
La importancia del empleo decente
El bienestar de las personas sólo puede garantizarse si se cumplen ciertos requisitos, y uno de ellos es el trabajo decente. Es importante recordar que el trabajo no sólo acarrea un ingreso monetario, sino que abre las puertas al progreso social y nos brinda acceso a servicios que resultan fundamentales para nuestro desarrollo personal y profesional, con el consiguiente fortalecimiento de nuestras relaciones interpersonales.
En pocas palabras, el programa de trabajo decente es una síntesis de todas las aspiraciones que una persona tiene a lo largo de su vida laboral. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ofrece a la comunidad laboral un gran apoyo que pretende alcanzar los siguientes cuatro objetivos fundamentales:
* Creación de trabajo: una economía capaz de generar oportunidades de inversión, que incentive a las empresas a crear nuevos puestos de trabajo y que promueva modos de vida sostenibles;
* Garantía de los derechos laborales: que todos los trabajadores sean respetados, que gocen de sus derechos y se les reconozca el esfuerzo que realizan en su puesto laboral. Además, este punto se enfoca especialmente en proteger y defender a los desfavorecidos para que sean justamente representados ante la ley y evitarles que deban soportar la desigualdad por falta de recursos;
* Extensión de la protección social: para que se promueva la productividad y la inclusión social, de manera que todas las personas puedan disfrutar de condiciones justas en su ámbito de trabajo, independientemente de su sexo u orientación sexual. Que disfruten de las horas de descanso y del tiempo libre reglamentarios, que puedan atender a sus familias en casos contemplados por la ley, que reciban una retribución si pierden el trabajo o sus ingresos disminuyen y que tengan acceso a la asistencia sanitaria;
* Diálogo social: el último punto de este programa de trabajo es quizás el fundamental, ya que se trata de la promoción del diálogo entre los diferentes componentes del sistema, tanto los empleadores como los empleados, para crear un clima agradable y cercano, aumentar la productividad y reducir considerablemente las probabilidades de conflictos.
