Prolepsis es un concepto que deriva de la lengua griega. El término se emplea en el ámbito de la retórica, la filosofía y el cine para referirse a la anticipación de ciertas cuestiones.
La prolepsis puede ser el recurso de la narración que se utiliza para anticipar una declaración o para realizar una pausa en el presente narrativo y narrar un acontecimiento que tiene lugar en el futuro.
Ejemplos de prolepsis
Por ejemplo: “Nadie vendrá a apoyarme cuando realice la denuncia, pero debo contar qué es lo que ocurre en esta ciudad”. En este caso, la prolepsis de quien habla anticipa una eventual falta de apoyo.
Otro ejemplo de prolepsis en una narración es el siguiente: “El joven estaba siendo testigo de una escena que habría de recordar el resto de su vida, incluso en tardes de juegos junto a sus nietos”. Como se puede advertir, el presente de la expresión revela que hay un joven observando una escena; la prolepsis consiste en narrar que dicha observación será recordada en el futuro por la misma persona.
El escritor colombiano Gabriel García Márquez, en obras como “Crónica de una muerte anunciada” y “Cien años de soledad”, ha hecho uso de este recurso.
El recurso en el cine
En el cine, la técnica de la prolepsis (que también puede mencionarse como flashforward) se lleva a cabo a partir de una modificación de la secuencia cronológica de la narración. El espectador que observa la película ve cómo, de manera abrupta, la acción salta al futuro. Un ejemplo aparece cuando un personaje se está quitando la ropa para ingresar a un río a nadar y, de pronto, vemos que está en el agua y es atacado por un tiburón. Luego de este flashforward, la narración vuelve a su presente y el personaje en cuestión recién está ingresando al río. La prolepsis, en este caso, anticipó qué ocurrirá cuando el sujeto esté nadando.
En esta segunda acepción, la prolepsis pertenece a la anacronía, un recurso que sirve para alterar el orden cronológico de los hechos en una historia. En otras palabras, su uso genera una secuencia temporal que no responde a la lógica. El concepto opuesto a la prolepsis es la analepsis, también conocida como flashback, que consiste en narrar sucesos del pasado para ofrecer al público un contexto más amplio en el cual situar la historia y a los personajes. El uso de este último es mucho más frecuente que la analepsis.
Usos de la prolepsis
Uno de los mayores desafíos que presenta la prolepsis es mantener al público interesado en la obra a pesar de haberle revelado qué sucederá en el futuro. Queda en la habilidad de cada autor conseguir que la falta de conocimiento de otros factores, tales como los pasos que el protagonista debe dar para llegar desde el presente hasta ese futuro, sea suficiente como para que no disminuya la tensión ni el deseo de seguir adelante.
Por otro lado, también es cierto que la prolepsis a veces se utiliza para anticipar hechos de poca importancia, y en tal caso no existe el riesgo de perder el interés del público. Como ocurre con cualquier otro recurso, el secreto de su efectividad es no usarlo demasiado, sino buscar siempre generar sorpresa en la audiencia y los lectores.
Así como las historias basadas en hechos reales, como la afamada película «Titanic» dirigida por James Cameron, no generan desinterés simplemente por tener un final previsible, la prolepsis puede usarse para mostrar parte del final de una obra en el primer capítulo, para atrapar al lector ante la falta de información referente a los sucesos que irán desencadenándose hasta llegar a esa escena. Esto es muy común en obras policíacas.