Se denomina protocolo al conjunto de normas y reglas que sirven para guiar un proceso o una acción. En el terreno de la informática, el término alude a las pautas que se emplean para el establecimiento de un proceso de comunicación entre distintos sistemas.
TCP e IP, en tanto, son siglas que refieren a dos protocolos claves en Internet. TCP proviene de transmission control protocol, expresión que puede traducirse como «protocolo de control de transmisión». IP, en tanto, es Internet protocol o «protocolo de Internet».
La idea de protocolo TCP/IP, en este marco, está vinculada a la familia de protocolos que constituyen la base de la estructura de Internet, posibilitando la transmisión de datos entre múltiples computadoras. Se trata de protocolos de red: criterios y normas que se encargan de fijar cómo los componentes de un sistema de interconexión tienen que comunicarse entre sí.
El protocolo TCP/IP nació en la década de 1970, cuando el Departamento de Defensa de Estados Unidos lo aplicó en una red informática denominada ARPANET. En 1982, las autoridades norteamericanas lo declararon como el estándar de las comunicaciones entre las redes militares de la nación.
Es importante tener en cuenta que, de acuerdo al modelo de interconexión de sistemas abiertos (denominado modelo OSI), existen distintos niveles o capas en los protocolos de red, desde la capa física hasta la capa de aplicación. Mientras que el IP trabaja en el nivel de red (determinando la ruta y el direccionamiento), el TCP lo hace en el nivel de transporte. Puede decirse, en definitiva, que TCP es el nivel intermedio entre IP y la capa de aplicación (FTP, HTTP, etc.).
En la actualidad, casi todos los dispositivos se encuentran conectados a alguna red y por lo general usan el protocolo TCP/IP: desde los teléfonos móviles hasta los ordenadores, pasando por varios electrodomésticos, Internet nos permite que todos ellos se comuniquen con servidores remotos por medio de una gran red de información.
Como se comenta en un párrafo anterior, el protocolo TCP/IP es un modelo para comunicación en redes que se basa en OSI, una teoría de capas de las cuales TCP/IP usa cuatro. Sin embargo, este último tiene un número mayor de opciones, sin dejar de lado que se usa en la práctica.
El grupo ordenado de protocolos que se organizan por capas se denomina pila. Comprender los rasgos principales de este concepto es la base de la capacitación profesional para el trabajo con redes en general ya que nos permite configurarlas.
Una de las razones por las que se usa el protocolo TCP/IP en tantos ámbitos es que nos ofrece una transmisión fiable de los datos que recorren la red. Esto se consigue precisamente gracias a la definición de cada paso a seguir desde el momento del envío de los datos (organizados en pequeños paquetes) hasta su recepción en el dispositivo de destino.
Es en este aspecto que las capas son tan necesarias para mantener el orden y la seguridad, precisamente porque este sistema permite que solamente se comuniquen con la que se encuentra «por debajo de ellas» para pedirles servicios y a la que está «por encima de ellas» para enviarles los resultados.
Algunas ventajas del protocolo TCP/IP:
* puede trabajar en muchos dispositivos de diferentes características con diversos sistemas operativos;
* sirve para redes grandes y medianas, profesionales y hogareñas;
* es compatible con herramientas de análisis y monitorización;
* es de uso masivo, y eso aumenta indirectamente su compatibilidad con las redes preexistentes.
Algunas desventajas del protocolo TCP/IP:
* no hay una distinción clara entre servicios, protocolos e interfaces, por lo cual es difícil desarrollar tecnologías basadas en él;
* si el tráfico tiene un volumen escaso, la velocidad puede ser poco satisfactoria;
* su rendimiento no es muy bueno en servidores de impresión o de ficheros.