Proyector

Se llama proyector de video, por otra parte, al dispositivo óptico que, al recibir una señal de video, puede proyectar las imágenes correspondientes gracias a un sistema de lentes. Utilizados en conferencias, congresos y clases, los proyectores de video pueden obtener la señal de entrada de una computadora (ordenador) o de un sintonizador de TV, por ejemplo.

Otro uso que reciben estos proyectores se da en el hogar, para ver películas y otros tipos de contenido audiovisual como si estuviéramos en el cine. En la actualidad, un proyector de video puede resultar bastante accesible incluso para los bolsillos más ajustados, aunque también existen modelos de última generación que se comercializan a precios muy altos. Como mencionamos en el párrafo anterior, se pueden conectar a un ordenador, pero también a un reproductor de Blu-ray o DVD, entre otra posibilidades, para usar con el mismo propósito que le damos a un monitor o un televisor.

Una de las ventajas inmediatas de un proyector de este tipo es el tamaño de la imagen: por el mismo precio que pagaríamos por un televisor de gama baja de 32 pulgadas podemos obtener un excelente proyector que alcance las 300 pulgadas. También debemos mencionar que ocupa menos espacio, puede instalarse en el cielo raso y requiere un mantenimiento menor que un televisor, además de ser menos propenso a los daños, en particular si hay niños pequeños en la casa.

Pero estos dispositivos no son mejores que los televisores en todos los aspectos, y su punto más débil es precisamente su calidad de imagen. A pesar de que brinde una experiencia única, que nos recuerda la de las salas de cine, el nivel de contraste no puede competir con el de un televisor OLED de gama alta, por ejemplo, y esto sin hablar de la reproducción del color negro y los grises más oscuros. Cada uno se decanta por la opción que más le atrae, ya que ambas tienen ventajas y desventajas.