Puntería es un término que procede de puntero. Se trata de lo que hace una persona cuando direcciona un arma hacia el blanco al que pretende acertarle. El concepto refiere tanto a dicha acción como al rumbo hacia donde se apunta y a la capacidad del sujeto para acertar.
Por ejemplo: “Empecé a practicar tiro hace varias semanas, pero aún debo mejorar mi puntería”, “Debes corregir la puntería si pretendes dar en el blanco”, “Para ser policía tienes que tener una gran puntería y mucha responsabilidad”.
Puntería en el deporte
La puntería, que se asocia a la precisión, no sólo está ligada al disparo de un arma de fuego. En muchos deportes, se necesita una buena puntería para poder lograr una anotación. Tomemos el ejemplo del básquetbol (o baloncesto): el jugador que lanza el balón al cesto desde larga distancia debe tener una gran puntería para lograr encestar y así sumar puntos para su equipo.
Un futbolista que ejecuta un tiro libre también debe contar con buena puntería. Eso le permitirá superar la barrera de jugadores rivales y acertar al arco, ubicando la pelota en un lugar alejado de donde se encuentra el arquero.
Si bien los grandes jugadores de fútbol raras veces exponen sus debilidades al punto que lo hacen los aficionados, esto no significa que no deban entrenar duramente o pulir cada aspecto de su técnica. La puntería es uno de los aspectos esenciales, ya que se requiere en todo momento a lo largo de un partido: para hacer un pase, para ejecutar un tiro libre o un disparo hacia la portería, pero también a la hora de atrapar un balón o de hacer una barrida es importante comprender los movimientos del adversario para anticiparse a la trayectoria.
Su desarrollo en el fútbol
En pocas palabras, digamos que es tan importante tener buena puntería cuando tenemos el balón en juego como saber cuán buena es la del adversario cuando debemos quitárselo o atajar un disparo hacia la portería. Además del talento y la intuición, existen diversos trucos que pueden ayudarnos a mejorar la puntería en el fútbol; veamos algunos de ellos a continuación:
- Antes de patear el balón, uno de los puntos fundamentales es mantenerlo a una distancia que nos permita mover nuestro pie hábil con comodidad y facilidad. Lo normal es dejarlo a un paso por delante, de manera que podamos apoyarnos con firmeza sobre el pie débil y ejecutar el tiro velozmente.
- Dado que los pases cortos son los tiros más sencillos de este deporte, es conveniente aprovecharlos para mejorar nuestra puntería. La posición recomendada consiste en rotar el pie de manera que el empeine apunte hacia la pelota, colocar el pie débil por delante y luego patear el centro del balón, acompañando el movimiento con el pie en la dirección del tiro.
- La puntería también es necesaria para driblar hacia la portería, y para obtener buenos resultados se aconseja no correr directamente hacia el balón, sino acercarse a él con movimientos diagonales desde el lado opuesto al pie hábil.
- Independientemente del movimiento que deseemos realizar, el equilibrio entre la fuerza y la velocidad es una de las claves de la buena puntería. Un tiro bien preparado pero demasiado intenso puede echar a perder una buena táctica, del mismo modo que disparar con poca energía, antes de tiempo o demasiado tarde.
La puntería vinculada a la casualidad
La idea de puntería, por otra parte, se utiliza de manera simbólica para nombrar a aquello que se produce por casualidad, especialmente cuando existen pocas probabilidades de que se concrete.
“Llamé a mi jefe por teléfono para decirle que me sentía mal y después me fui a pasear por la playa. Pero tuve tanta puntería que me crucé con su esposa y sus hijos” es una expresión que muestra este uso del concepto.