Radical, del latín radix, es aquello perteneciente o relativo a la raíz. Este sustantivo (raíz) se usa para nombrar al órgano de las plantas que absorbe las materias necesarias para el desarrollo y, por extensión, a todo aquello que supone el origen, la causa, la base o el soporte de cualquier cosa.
Como adjetivo, radical es el partidario de reformas extremas o quien resulta tajante o intransigente. Por ejemplo: “Mohammed Al bin Sabiri es considerado por los Estados Unidos como un islamista radical que podría generar nuevos problemas en Medio Oriente”, “Necesitamos un entrenador dispuesto a tomar decisiones radicales para sacar el equipo adelante”, “Un anarquista radical arrojó una bomba contra el coche del presidente”.
En la política, el radicalismo es una doctrina reformista que busca un cambio. Esta tendencia surgió como una variante de centro-izquierda dentro del liberalismo. Los partidarios de esta doctrina se conocen como radicales: “El candidato radical aseguró que no estatizará el servicio ferroviario”, “Un acto radical reunió a 10.000 personas frente a la Casa de Gobierno”, “El Partido Radical está muy deteriorado en esta ciudad”.
Radical en la química y la matemática
Para la química, un radical es una especie orgánica o inorgánica que resulta inestable y que tiene un elevado poder reactivo. Los radicales se pueden sintetizar en un laboratorio, aunque tienen una existencia breve.
En el ámbito de la matemática, radical es el signo que indica la operación de extraer raíces, mientras que, para la gramática, los radicales son los fonemas que comparten vocablos de una misma familia (at- en atención, atento, atentamente, etc.).
El concepto en la escritura china
Los caracteres chinos, conocidos como hanzi y utilizados también en el japonés y el coreano, destacan por su gran complejidad, dado que muchos de ellos superan la decena y media de trazos, que deben ser dibujados siempre en el mismo orden y cada uno en una dirección determinada, sin excepción. Además, si bien la lengua culta utiliza alrededor de 10 mil y en el lenguaje popular se usan más o menos 3 mil, se tiene un registro de más de 50 mil hanzi.
Estos números hacen que nuestro abecedario parezca insignificante, pero no deben intimidar a quien desee embarcarse en el estudio de esta maravillosa lengua, ya que todos los caracteres chinos se forman a partir de tan sólo 214, los cuales se denominan radicales.
Conocer cada radical resulta necesario para alcanzar con éxito la difícil tarea de memorización, pero también para intuir el significado de los caracteres que no hemos visto antes. Además, los radicales se utilizan para ordenar las palabras chinas en los diccionarios.
Clasificación, orden y función de los radicales
La clasificación y el orden de los radicales se basa en su número de trazos, el cual puede ser tan bajo como 1 y tan alto como 17; a diferencia de nuestra escritura, la cual permite a cada individuo dibujar las letras con total libertad, los caracteres chinos exigen el cumplimiento del orden y la dirección de cada trazo, y no satisfacer dichas reglas se suele atribuir a la falta de inteligencia.
Cabe mencionar que no siempre es fácil distinguir un radical dentro de un carácter chino; si bien algunas veces conservan su forma básica y simplemente se reduce su tamaño para acoplarse al resto de los trazos, en ocasiones la conexión que mantienen con su aspecto original es prácticamente imperceptible, a menos, claro está, que se cuente con la preparación necesaria a nivel académico.
La función del radical dentro de un carácter chino suele ser semántica; para complementarlo, suele haber un elemento que provea la pronunciación. Esto no quiere decir, por otro lado, que con conocer el significado del radical y asociarlo al del componente fonético sea fácil deducir el significado de una palabra; por otro lado, muchas veces la pronunciación de un hanzi no tiene ninguna relación con los caracteres que lo integran.