Reeducación consiste en educar o enseñar nuevamente algo. La noción se asocia al verbo reeducar.
Este concepto se utiliza muy frecuentemente en la medicina. Los médicos reeducan al paciente cuando tienen que volver a enseñar cómo se usan aquellos órganos o extremidades que han sufrido un daño por una enfermedad o traumatismo.
La reeducación, en este sentido, implica una serie de técnicas que se usan para que la persona puede volver a hacer uso de aquellas facultades que perdió por algún tipo de incidente.
Reeducación en distintos ámbitos
La idea de reeducación, de todos modos, se aplica en distintos ámbitos. En el sistema penitenciario, por ejemplo, se orienta a mejorar la formación del detenido para que éste pueda reinsertarse en la sociedad. En estos casos, son comunes las actividades plásticas y artísticas, así como la educación en algún oficio, para ofrecer a estas personas una salida laboral, una vez finalizada la sentencia.
La rehabilitación psicofuncional, por otra parte, está vinculada a aquellas técnicas que se desarrollan de manera interdisciplinaria y que buscan ayudar a un sujeto a revertir alguna alteración.
La reeducación también se utiliza cuando surgen inconvenientes como producto de un esfuerzo desmedido o de ciertos cambios en alguna característica de la voz; una discusión muy intensa en la que se grita de una forma violenta, o algún suceso demasiado impactante suelen ser las causas de estos problemas. Los expertos, por lo general, sugieren no hablar demasiado, susurrar cuando sea posible y no fumar, entre otros consejos.
Se habla, por último, de reeducación alimentaria para hacer referencia al proceso que busca que una persona afectada por anorexia, bulimia u otro trastorno, recupere una alimentación saludable. La intención es que la persona abandone el hábito nocivo y comience a asociar la comida con un elemento positivo, saludable y esencial de la vida.
Rehabilitación después de un coma
En ocasiones, la vida de una persona se ve interrumpida por un accidente que la suspende en un estado de coma durante meses o años. En la última década, se han dado a conocer diversos casos de sorprendentes recuperaciones. Sin embargo, la experiencia de quien despierta de un coma lejos está de ser tan sencilla y milagrosa como la pinta Hollywood.
Dependiendo del tipo de trauma que hayan sufrido, estas personas pueden necesitar asistencia para reaprender acciones tan básicas y cotidianas como hablar, comer, caminar y escribir. Claramente, todo este proceso resulta muy costoso y muchos pacientes no cuentan con los medios económicos necesarios para afrontar los gastos que conllevan. Como si esto fuera poco, en más de una ocasión se ha dado que los médicos del sector público recomendaran la eutanasia para pacientes que, una vez que accedieron a tratamientos privados, se recuperaron completamente.
Uno de los mayores desafíos de quien despierta de un coma es recuperar el habla; para ello, existen los profesionales de la Logopedia. De la misma forma, estos terapeutas reeducan a sus pacientes a utilizar la boca para comer e ingerir líquidos, ya que lo más común es que se alimenten a través de sondas gástricas. La fisioterapia, por otro lado, resulta esencial para ayudar a recobrar la movilidad del cuerpo en general, tanto para caminar como para acciones más sofisticadas como utilizar un teléfono.
En cuanto a la memoria, es común que se presente amnesia post traumática; esto se traduce en una incapacidad para recordar sucesos anteriores al período de internación, así como experiencias muy recientes. La duración de este trastorno es variable, pero generalmente no se extiende más de unas semanas. Existen asimismo programas informáticos que asisten a los médicos para estimular cognitivamente a los pacientes; para su uso, sin embargo, es necesario llegar al punto en que la persona pueda mover, al menos, una mano.