Reparo es un término que tiene diferentes acepciones de acuerdo al contexto. Puede tratarse, por ejemplo, de una conjugación del verbo reparar (solucionar, arreglar): “Primero reparo el calefactor y luego veo la grifería, ¿de acuerdo?”, “Si esta tarde reparo la motocicleta, mañana podemos salir de viaje”, “Yo reparo la impresora y tú te encargas del monitor”.
En este caso, podemos decir que el verbo reparar deriva del latín. Y es que es fruto de la suma del prefijo re-, que significa “hacia atrás” o “de nuevo” y el verbo parare, que se puede traducir como “preparar”.
Reparo es una conjugación de reparar.
TemasEl reparo como arreglo o restauración
La acción de reparar puede desarrollarse sobre elementos materiales o cuestiones simbólicas. Un hombre puede reparar un automóvil, trabajando con herramientas sobre el motor del mismo (“Reparo el coche y luego vamos a la playa”), o reparar un daño sentimental que le causó a su esposa a partir de palabras hirientes (“Si reparo esa ofensa con bombones y flores… ¿me perdonarías?”).
Un arreglo, una restauración o una reconstrucción también pueden nombrarse como reparos: “Creo que este equipo no tiene reparo”, “Cuando se rompe esta pieza, el producto carece de reparo”, “El reparo nos llevó mucho tiempo pero ya está todo solucionado”.
Realizar reparos y arreglos muchas veces se vuelve imprescindible.
La importancia de la prevención
Es habitual es que, para evitar que haya que acudir a reparar un dispositivo, se lleve a cabo de manera periódica un mantenimiento de tipo preventiva. Esto reduce el riesgo de tener que llevarlo a reparaciones, lo cual generalmente obliga a desembolsar una cuantía económica notable.
Así, por ejemplo, quien tiene un ordenador debe saber que lo aconsejable es realizar un mantenimiento periódico. En este marco, deben eliminarse aplicaciones y archivos que no sirven, pasar contenido a un disco duro externo y recurrir a un antivirus para acabar con elementos que puedan causarle un grave daño.
Otros usos del término reparo
En otro sentido, un reparo es un problema, una inquietud o una duda: “El jugador no tuvo reparos en admitir que recibió un llamado de un club alemán”, “Me gustaría visitar esa región de África, pero tengo algunos reparos por el tema de la seguridad”, “Voy a contar todo lo qué sin ningún reparo”.
Una nota, un documento, un aviso o una amonestación pueden adquirir el nombre de reparo en ciertos ámbitos: “Los legisladores opositores presentaron una nota de reparo respecto a la construcción del hotel en las sierras”, “El Parlamento aprobó un reparo sobre la medida”.
Es curioso que también el término reparo cobra especial protagonismo dentro de una de las sagas literarias y cinematográficas más importantes de todos los tiempos. Nos estamos refiriendo a la protagonizada por el joven mago Harry Potter. Y es que en la misma hay un famoso hechizo llamado “Oculus Reparo” que el citado personaje y su amiga Hermione tienen que usar en más de una ocasión para conseguir que sus gafas rotas puedan volver a encontrarse en perfecto estado.
