Resaltar es un verbo que se emplea en distintos contextos. Puede tratarse del objeto que sobresale respecto a otro, de aquel que se desprende de un lugar en el que se encontraba fijado o del cuerpo que rebota de manera repetida.
El uso más usual, de todas formas, se asocia a hacer hincapié en algo, destacándolo o enfatizando algunas de sus características. Por ejemplo: “En mi discurso de esta tarde voy a resaltar los logros que conseguimos en los últimos cinco años”, “La actuación del jugador cordobés es digna de resaltar: marcó tres en goles en veinte minutos”, “En mi nuevo libro intenté resaltar los valores de nuestra cultura”.
Resaltar un texto
La acción de resaltar puede ser física: resaltar un texto, en este sentido, consiste en subrayarlo o marcarlo de alguna forma. Por eso en algunos países se conoce como resaltador a un cierto rotulador, fibrón o marcador cuya tinta posee tonalidades claras, ideales para resaltar palabras o párrafos; además, estos instrumentos disponen de un trazo grueso, generalmente del alto de una línea de texto normal.
Veamos algunas oraciones de ejemplo en las cuales resaltar se refiere a subrayar o marcar un texto: “No se olviden de resaltar las ideas más importantes del documento”, “Me encargué de resaltar los nombres de los diputados en el texto pero ahora no los encuentro”, “Te sugiero resaltar los países en amarillo y las ciudades, en verde”.
El uso de diferentes colores, como se puede apreciar en el último ejemplo, es muy adecuado para resaltar conceptos o frases que no pertenecen al mismo grupo o tema. Los resaltadores suelen venderse en verde, amarillo, naranja y rosa, todos en tonalidades claras, y su uso es muy común tanto en el ámbito educativo como en el empresarial: muchos estudiantes y docentes lo utilizan para marcar las partes importantes de los textos, del mismo modo que empresarios de diversos sectores señalan datos importantes en documentos corporativos.
La opción tecnológica
Con el surgimiento de los procesadores de texto llegó la posibilidad de dejar atrás el papel y el lápiz, o bien las máquinas de escribir, pero la función de resaltar se encuentra presente en todos los productos relevantes de la actualidad. Por lo general, el procedimiento carece de la espontaneidad e imprecisión del uso de un rotulador real, ya que para marcar un texto se debe primero seleccionar con el cursor y luego activar la función de resaltar, lo cual genera un rectángulo alrededor de las palabras, pintado con el color deseado.
En los últimos años, la tecnología ha ofrecido cada vez más opciones para interactuar con los dispositivos de formas intuitivas y más parecidas al modo en el que utilizamos libros y cuadernos, por ejemplo. Entre los componentes más destacados de esta nueva tendencia destacan sin lugar a dudas las pantallas táctiles y las tabletas gráficas; en algunos casos, como en ciertas tablet PCs, ambos se combinan para ofrecer una experiencia de usuario extremadamente precisa y satisfactoria a la hora de crear y manipular imágenes o textos escritos a mano.
Gracias a dichas tecnologías, en la actualidad también es común la posibilidad de ingresar texto a mano, lo cual a su vez da lugar a dos funciones: el almacenamiento de los documentos en formato gráfico (por lo general, previamente se convierte el texto a información vectorial) o el reconocimiento de escritura para su conversión a un documento de texto digital igual al que se podría obtener usando un teclado. En ambos casos, si el programa y el dispositivo son compatibles con el ingreso a mano, también existe la posibilidad de resaltar y hacer anotaciones marginales con total libertad.
Resaltar en el lenguaje oral
En el lenguaje oral, se pueden resaltar ciertas ideas a través de una entonación particular, un acompañamiento gestual u otro recurso.
Supongamos que el gobernador de una provincia está brindando una conferencia de prensa e indica: “En el último año creamos 15.000 puestos de empleo. ¿Comprenden la importancia de esta cifra? Creamos 15.000 puestos de empleo”. En este caso, el político hace uso de una pregunta retórica y de la repetición de una frase para resaltar aquello que le interesa difundir.