La idea de resistencia puede utilizarse de múltiples formas: en este caso, nos interesa su acepción como la capacidad de tolerar o soportar algo. Entendida como una capacidad física del ser humano, la resistencia se vincula a la posibilidad de desarrollar un esfuerzo durante el periodo más extenso posible.
El concepto de aerobiosis, por su parte, hace mención a la vida que se desarrolla en un entorno con oxígeno. A partir de estas definiciones, por lo tanto, podemos entender qué es la resistencia aeróbica.
Se trata de la capacidad de una persona de desarrollar un esfuerzo de intensidad reducida o media durante un tiempo prolongado. Dicha capacidad depende de la gestión del oxígeno: es decir, del equilibrio que el sujeto consigue realizar entre la necesidad de oxígeno por la actividad y el consumo que efectivamente realiza.
Características de la resistencia aeróbica
Una persona con buena resistencia aeróbica puede tolerar la fatiga que genera el ejercicio, logrando mantener el ritmo y la intensidad durante un tiempo considerable. Quien tiene una elevada resistencia aeróbica, de este modo, no experimenta una caída relevante del rendimiento físico aún cuando pasan los minutos.
Gracias a la resistencia aeróbica, el organismo puede mantener un funcionamiento eficiente ante un esfuerzo que sostiene en el tiempo. El corazón y los pulmones, que se someten a la exigencia de la actividad física, emplean el oxígeno absorbido a través de la respiración a modo de combustible.
Beneficios al mejorarla
Si interesante es todo lo expuesto acerca de la resistencia aeróbica, también lo es que es importante que cualquier persona mejore la que tiene porque así se consigue que la misma pueda disfrutar de beneficios tan importantes como estos:
– Disminuye lo que es su presión arterial.
– Logra que se reduzcan de forma notable lo que son los riesgos de mortalidad.
– Permite alcanzar una contundente disminución de las posibilidades de tener que hacerle frente a problemas de osteoporosis así como a enfermedades tales como la diabetes o algunas de carácter cardiovascular.
Otras consideraciones sobre la resistencia aeróbica
Además de todo esto, tampoco podemos olvidar de tener en consideración otros aspectos importantes acerca de la citada resistencia aeróbica, tales como estos:
– Andar es uno de los mejores ejercicios que existen para aumentar la misma ya que, además de ser realmente efectivo al respecto, se puede practicar en cualquier lugar y sin coste de ningún tipo, es decir, sin tener que adquirir ropa o calzado especial e incluso sin tener que acudir a un gimnasio.
– De la misma manera, se establece que quien desee mejorar dicha resistencia puede optar también por correr o pasear en bicicleta, ya sea estática o no.
– El tercer tipo de deporte que se cree que es estupendo para aumentar la resistencia aeróbica es la natación. En concreto, esta se considera que es la mejor alternativa para las personas que deseen lograr ese objetivo y tengan problemas de obesidad o sufran algún tipo de dificultades en lo que son sus articulaciones.
– Los atletas que corren distancias largas, como los maratonistas, necesitan una gran resistencia aeróbica para sostener el esfuerzo que demandan estas competencias.