Una resonancia magnética es un proceso físico que se produce cuando los átomos de un material absorben energía al ser sometidos a ciertas frecuencias de un campo magnético.
La noción también se utiliza para nombrar a la técnica de la medicina que, haciendo uso de este proceso, permite obtener imágenes internas del cuerpo humano. A partir de estas imágenes, los médicos están en condiciones de detectar diversos trastornos y elaborar un diagnóstico.
La resonancia magnética, una técnica no invasiva
La resonancia magnética, en este sentido, se considera como una técnica no invasiva, ya que no requiere la introducción de herramientas o elementos en el cuerpo ni tiene consecuencias para el paciente. La información que se obtiene a través de la resonancia magnética es convertida en imágenes en una computadora (ordenador), permitiendo que el profesional observe, de este modo, el interior del organismo.
Lo que hace esta técnica es apelar, por lo general, a los núcleos de hidrógeno que forman parte del agua que está en el organismo. A partir de la magnetización de estos núcleos y de su alineamiento mediante campos magnéticos, un escáner permite detectar dichas señales y convertirlas luego en imágenes del interior del organismo.
Diferencias con la tomografía computada
La máquina de resonancia magnética, por lo tanto, no emplea radiación como sí ocurre con los estudios de tomografía computada.
En la resonancia magnética, se utiliza un imán con forma de túnel: el paciente ingresa en el túnel donde, mediante ondas de radio, se actúa sobre los átomos a través de la manipulación de su posición magnética. Este trabajo es registrado por un escáner y analizado por una computadora para la generación de las imágenes. Cabe destacar que el proceso no provoca ningún dolor en la persona.
Otros datos relevantes sobre la resonancia magnética
Además de todos estos datos, también es importante conocer otros aspectos relevantes de las resonancias magnéticas:
- Gracias a que permiten conocer más a fondo que con las ecografías o las radiografías ciertas partes del cuerpo, se convierten en una estupenda herramienta a la hora de realizar diagnósticos más profundos y exhaustivos del sistema circulatorio, del cerebro o incluso de los ojos, por ejemplo.
- De la misma manera, es importante saber que las imágenes que se obtienen se pueden convertir, cuando así se requiera, en fotografías de tipo tridimensional.
- Son de gran utilidad para descubrir qué problemas están afectando a tejidos blandos como cartílagos, tendones y ligamentos.
Requisitos para su realización
Para poder realizar a una persona una resonancia magnética y que las imágenes obtenidas puedan ser las esperadas para realizar un diagnóstico, es importante que aquella no lleve encima ningún tipo de objeto metálico (porque pueden provocar manchas blancas en la película en cuestión y generar campos magnéticos fuertes) y que no se mueva bajo ningún concepto.
Que se queden quietos es algo complicado cuando se trata de bebés y de niños, por lo que puede ocurrir que los profesionales que realizan la prueba puedan determinar la necesidad de sedarles y así permanezcan dormidos durante la misma. Por supuesto, para hacerlo previamente consultarán a sus padres que no tengan ningún tipo de alergia y les pedirán que los menores no tomen nada de comida o bebida durante las horas previas a la resonancia