Un riachuelo es un pequeño curso de agua de poco caudal. El término, diminutivo de río, puede utilizarse como sinónimo de arroyo (una corriente de agua de bajo caudal que suele fluir con continuidad).
Por ejemplo: “En el verano, los niños suelen bañarse en el riachuelo que está a la entrada del pueblo”, “El hombre ha pescado en este riachuelo desde que llegó a estas tierras”, “La contaminación del riachuelo preocupa a las autoridades ya que puede afectar la salud de los vecinos”.
El Riachuelo en Argentina
En Argentina, se conoce como Riachuelo a la desembocadura del río Matanza. Este río nace en la provincia de Buenos Aires, forma el límite sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (la Capital Federal) y desemboca en el Río de la Plata tras recorrer unos 60 kilómetros.
El nombre de Riachuelo al río Matanza se otorga desde el Puente de la Noria hasta su desembocadura, en el barrio de La Boca. Los barrios más bajos de la ciudad suelen inundarse por el aumento del caudal del Riachuelo cuando se produce el fenómeno de sudestada (una tormenta con fuertes vientos del sudeste).
La principal característica del Riachuelo es su contaminación, ya que recibe todo tipo de desechos industriales que ponen en riesgo la vida de los miles de vecinos que viven a sus alrededores. Diversos estudios han hallado una gran cantidad de metales pesados y aguas servidas en el Riachuelo, que se sitúa entre los ríos más contaminados del planeta y cuyos planes de saneamiento nunca han prosperado de forma satisfactoria.
Estudios sobre la contaminación
En 2013, el Riachuelo argentino recibió una mención que no llenó de orgullo al país austral: obtuvo el octavo puesto en una lista de los diez lugares más contaminados del mundo, en un estudio que también destacó sitios como el río africano Níger y la ciudad fantasma Chernóbil, en Ucrania. La organización a cargo de dicha investigación fue Blacksmith Institute, y contó con la colaboración de la Cruz Verde Suiza.
Los datos, que comenzaron a recopilarse desde 2009, exponen que el Riachuelo se extiende a lo largo de 60 kilómetros bordeando la ciudad de Buenos Aires y que recibe desechos de un promedio de 15 mil industrias. Además, denuncia los contaminantes que se hallan en su suelo. También en 2013, un artículo de «Salud Colectiva», una publicación científica de tirada cuatrimestral que edita la Universidad Nacional de Lanús, indicó que el 80% de las muestras de agua que se toman del Riachuelo son altamente peligrosas.
Más de la mitad de la población aledaña, lo cual equivale a cerca de 12 mil personas, está expuesta a una región que, según el informe, no se considera adecuada para los seres humanos. Cabe mencionar que el desagradable hedor que emana el Riachuelo se percibe desde muchas de las calles y autovías cercanas, y resulta muy desagradable incluso para quienes siempre han vivido allí; hay puentes que lo cruzan y empresas y viviendas que obligatoriamente deben permanecer a su alrededor, forzando a miles de personas a respirar ese aire nauseabundo todos los días.
Pero no todo parece estar perdido para el Riachuelo, ya que en julio de 2008 un fallo de la Corte Suprema impuso a los estados nacional, bonaerense y porteño la obligación de llevar a cabo el saneamiento de sus aguas. En la actualidad, existe más de un programa enfocado en su limpieza, y uno de ellos se apoya en un crédito otorgado por el Banco Mundial.
Se cree que tarde o temprano quedará atrás la contaminación (ya folclórica) del Riachuelo argentino, aunque aún queda mucho trabajo por delante; principalmente se necesita prestar una especial atención a la salud de los ciudadanos y trabajar para que el cambio sea definitivo.