Una persona sapiosexual se siente atraída por la inteligencia del otro.
Sapiosexual es un término que no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). El concepto se emplea para aludir a la orientación sexual de aquel que se siente atraído por la inteligencia de las personas, independientemente del género.
Alguien sapiosexual, por lo tanto, experimenta una atracción romántica o erótica por otros individuos en función de las facultades cognitivas o emocionales que reconoce en ellos. Puede decirse, pues, que privilegia el vínculo intelectual por sobre lo físico.
TemasAcerca de la sapiosexualidad
La sapiosexualidad está considerada como una orientación sexual ya que se relaciona con la atracción que un ser humano siente hacia otros. Como ya indicamos, en este caso ese interés está dado por la inteligencia.
La sexualidad consta de diferentes dimensiones. La orientación sexual es una de ellas, al igual que la identidad de género (la construcción psicológica que realiza un sujeto a partir de la autopercepción de su género) y el rol de género (el respeto por las normas que una comunidad atribuye a las mujeres y los hombres).
Puede afirmarse que la sapiosexualidad es una orientación sexual que se complementa con otras. Si la persona sapiosexual desarrolla su atracción por igual sin tener en cuenta el género ni el sexo biológico, puede ser calificada como pansexual.
El individuo sapiosexual privilegia lo intelectual sobre lo físico.
De la orientación a la conducta
Es importante tener en cuenta que la orientación sexual está asociada al autoconcepto y a los sentimientos, que son internos. Un individuo puede tener una orientación sexual que no expresa ni exterioriza y que, por lo tanto, no coincide con su conducta sexual.
Tomemos el caso de un joven sapiosexual. A la hora de entablar una relación sentimental, siente interés por los demás a partir de las conversaciones que entabla, las cuales reflejan modos de pensar, ideologías, etc. Sin embargo, por presiones y mandatos sociales, se fuerza a forjar vínculos románticos solo con mujeres. Así, su orientación sexual (sapiosexualidad) no se plasma libremente en su conducta sexual, que se limita a ser heterosexual.
La atracción sapiosexual
En ocasiones, la atracción sapiosexual se enmarca en los parámetros de las orientaciones sexuales predominantes. De este modo, se dice que una mujer heterosexual es sapiosexual cuando consigue la excitación según las condiciones intelectuales de los hombres con quienes se relaciona.
En este contexto, lo sapiosexual se asemeja a lo que coloquialmente se menciona como «gustos». Un muchacho puede comentar que le gustan las chicas que saben de arte, por mencionar una posibilidad, así como otro indica que le gustan las rubias o las mujeres altas.
Hay quienes advierten sobre ciertos riesgos en la sapiosexualidad. La atracción no debe derivar en una dependencia, una situación posible sobre todo si existen problemas de autoestima. Cuando se siente que aquel que despierta el interés es superior intelectualmente, se puede pasar de la admiración a una subordinación.
Más allá de esta cuestión que puede resultar patológica, es necesario resaltar que siempre se debe respetar la orientación sexual, al igual que la identidad de género y el rol de género que cada uno decide asumir en una sociedad. La sexualidad nunca debe ser motivo de discriminación.
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