La serigrafía es un proceso que permite estampar un tejido mediante el uso de tinta y una malla. La etimología del término indica que la combinación entre el vocablo latino serĭcum y el francés graphie derivó en séricigraphie y luego en sérigraphie, el antecedente más cercano del concepto que usamos en nuestra lengua.
La serigrafía, por lo tanto, es un método de impresión que posibilita reproducir una imagen sobre diferentes tipos de material sin que se pierda calidad pese a las repeticiones del estampado.
La técnica se lleva a cabo con la transferencia de tinta mediante una malla que se encuentra tensada en un marco. En aquellas zonas donde no se debe estampar, un barniz bloquea el paso de la tinta. En el resto del dibujo, se ejerce presión sobre la malla tensada para que imprima la superficie que se desea estampar.
Historia y actualidad de la serigrafía
Los historiadores creen que la serigrafía surgió en la Antigua China. A comienzos del siglo XX, la técnica empezó a utilizarse en los Estados Unidos para crear anuncios publicitarios. Con los años también se popularizó entre los artistas como una nueva forma de expresión.
En la actualidad es posible apelar a la serigrafía para imprimir casi sobre cualquier superficie, desde telas hasta papel pasando por cerámica y metal. La serigrafía permite reproducir obras de arte, crear señales, estampar ropa, producir marquesinas publicitarias, fabricar calcomanías y decorar cristales.
De esta manera, podemos encontrar en la vida cotidiana camisetas, carteles de publicidades, cuadros, anuncios señalizadores, botellas y etiquetas que han sido decorados a partir del uso de las técnicas de serigrafía.
La técnica en casa
La serigrafía también puede llevarse a cabo de forma casera, sin necesidad de contar con materiales demasiado específicos ni con un gran presupuesto; por el contrario, puede ser un método muy económico para realizar todo tipo de decoraciones o incluso para renovar prendas de vestir. A continuación veremos cómo imprimir un diseño en nuestra ropa, para darle nueva vida si no contamos con el dinero para encargar el trabajo a un especialista o bien si nos entusiasman las manualidades.
En primer lugar, se listan los materiales necesarios para la serigrafía casera: la prenda de vestir que deseemos modificar; una plancha de ropa; crayones de diferentes colores (también se conocen como lápices de cera); un mínimo de dos hojas de papel, preferentemente vegetal; un rallador de alimentos o un sacapuntas; tijeras o un cúter; tabla de cartón o madera; un recipiente de tamaño medio, como ser una taza o un vaso.
Habiendo reunido los materiales, llega la decisión más importante: escoger el diseño que deseamos imprimir en la prenda de ropa. Y esto acarrea otras decisiones, como ser el tamaño, la ubicación y el o los colores. Gracias a esta técnica de serigrafía, es posible estampar dibujos o frases, por lo cual no existen límites para este primer paso. Debemos plasmar el diseño en una hoja y luego recortarlo; si queremos imprimir el contorno, nos quedamos con la parte interna del recorte, y viceversa.
Seguidamente, ubicamos la prenda sobre una mesa (o tabla de planchar) y la extendemos hasta que la superficie sobre la cual deseamos imprimir se encuentre bien lisa; para evitar errores, conviene sostener sus extremos con pinzas para la ropa (algo que en algunos países se conoce como «broches»). Aquí llega otro de los pasos fundamentales: colocar la tabla de madera o cartón debajo de la capa de tela que decoraremos, para evitar que la impresión afecte el lado opuesto de la prenda.
Entonces comienza la parte más emocionante, ya que debemos ubicar el recorte encima de la ropa y rallar los crayones de colores dejando que la viruta caiga en las partes que deseamos estampar (cuanto más fina sea la viruta, mejores resultados obtendremos). Por último, cubrimos todos los restos de cera con una hoja y comenzamos a dar ligeros toques con la plancha caliente, hasta que notemos que los colores atraviesen el papel y el diseño se aprecie claramente, momento en el cual dejamos reposar unos cuantos minutos, para luego retirar el recorte y disfrutar de nuestra creación.