Se denomina sexismo a la discriminación que se ejerce sobre un individuo por su sexo. Esto quiere decir que la persona es discriminada en un cierto ámbito ya que se considera que su sexo, por sus características, resulta inferior al otro.
El sexismo, por lo tanto, es la discriminación basada en cuestiones de sexo o de género. El término también alude a los prejuicios y a los estereotipos que pesan sobre mujeres u hombres por las condiciones que se le atribuyen a cada sexo.
Sexismo, odio y prejuicios
Es importante establecer que, además de todo lo expuesto, hay otra serie de cuestiones, prejuicios o creencias que, en mayor o menor medida, pueden ir también en relación al citado sexismo. Nos estamos refiriendo a las siguientes:
-Lo que es la misoginia y la misoandria, el odio a las mujeres y a los hombres respectivamente.
-La creencia clara de que un sexo, el masculino, es superior al otro, el femenino.
-La descalificación, la burla o el menosprecio claro hacia la conducta de un sexo u otro.
Lo habitual es que el sexismo se aplique en detrimento de la mujer. En muchos contextos, la mujer se encuentra disminuida frente al hombre por su sola condición de mujer, produciéndose hechos de injusticia.
Discriminación laboral contra la mujer
Supongamos que, en una empresa, se genera una vacante en un puesto gerencial. El dueño de la compañía, frente a un hombre y una mujer que disponen de las mismas aptitudes, elige al hombre ya que considera que las mujeres no tienen capacidad de liderazgo porque son débiles y demasiado sensibles. El empresario, de esta manera, habrá demostrado su sexismo.
De la misma manera, hay profesiones en las que aún las mujeres no tienen demasiado cabida fundamentalmente porque se considera que por sus condiciones biológicas y físicas no pueden realizarlas igual que los hombres. Nos estamos refiriendo al ámbito de la construcción o de la tauromaquia, por ejemplo.
Otros ejemplos de sexismo
Considerar que las tareas del hogar (como cocinar o lavar la ropa) deben ser realizadas por las mujeres o que las mujeres conducen peor que los hombres son otros ejemplos de sexismo. Lo mismo ocurre cuando se cosifica a la mujer y se la considera como un objeto sexual por su condición femenina.
Los hombres, por su parte, suelen ser víctimas de sexismo cuando se juzga la capacidad de una persona para cuidar y criar a los niños. Por lo general, se prefiere que una mujer se encargue de los chicos, relegando al hombre en dicho rol.
La noción en el cine
A partir del siglo XX, se han utilizado numerosas herramientas para poder mostrar una clara posición contra el sexismo y para conseguir que la sociedad tome conciencia de la existencia del mismo. Por eso, entre otras muchas cosas, hay que destacar que son numerosas las películas que abordan ese, de una manera u otra, como sería el caso, por ejemplo, de «Billy Elliot», «Quiero ser como Beckham», «La sonrisa de Mona Lisa»…
En muchas ocasiones suele utilizarse el término de sexismo y de machismo como sinónimos. Sin embargo, los expertos establecen que eso es un error. En concreto, vienen a dejar patente que el machismo es básicamente una actitud de prepotencia por parte del hombre hacia las mujeres mientras que el sexismo establece fundamentalmente el desprecio hacia un sexo por lo que son condiciones biológicas y «tradiciones».