El sistema de símbolos que permite representar un concepto, una creencia o un suceso se conoce simbolismo. Este sistema funciona a base de la asociación de ideas que promueven los símbolos y de las redes de éstos que van surgiendo.
Por ejemplo: «La logia masónica se caracteriza por sus fuertes simbolismos», «No entiendo el simbolismo de los libros de este autor», «Mañana asistiré a la conferencia de un japonés que se especializa en el simbolismo de los dragones».
El simbolismo como escuela artística
El simbolismo, por otra parte, es una escuela artística que surgió en Francia a finales del siglo XIX y que se caracteriza por evocar o sugerir los objetos en lugar de nombrarlos de manera directa.
El surgimiento del simbolismo está relacionado a la oposición al naturalismo a través de una apuesta por la fantasía. Los artistas enrolados en este nuevo movimiento intentaban recuperar las ideas del romanticismo, que fueron perdiendo relevancia ante el avance de la revolución industrial. El simbolismo, por lo tanto, aparece vinculado a lo espiritual.
Principales referentes
Los simbolistas se proponían descifrar los misterios del mundo a partir de la búsqueda de correspondencias entre los objetos sensibles. Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud y Paul Verlaine fueron algunos de los precursores del movimiento, que se extendió desde la literatura hacia la pintura, la escultura y el teatro.
En el ámbito de la pintura, tendríamos que establecer que el simbolismo contó con importantes figuras que se convirtieron no sólo en referentes dentro de aquel sino también para generaciones posteriores. En concreto, entre las más importantes destacaríamos las siguientes:
• Gustave Moreau. Este artista francés está considerado como el precursor de aquel movimiento a nivel pictórico y sus trabajos están caracterizados por estar protagonizados por personajes bíblicos así como por incorporar ambientes decadentes.
• Odilon Redon. En Burdeos fue, por su parte, donde nació este artista que ha pasado a la Historia por haber llevado a cabo la realización de obras trágicas y marcadas por lo onírico así como por la fantasía.
• Puvis de Chavannes. Este pintor fue otro de los más significativos miembros enmarcados dentro de esta corriente artística. En su caso, se diferencia de los anteriores por el hecho de que sus trabajos son más tranquilos y equilibrados aunque, como no podía ser de otra manera, marcados claramente por figuras e ideas simbólicas.
Simbolismo en el teatro
Dentro del ámbito literario, y más concretamente en el género del teatro, tomaron relevancia ciertos autores, pero ninguno de ellos llegó a alcanzar la figura de Auguste Villiers de L´Isle Adam. De origen francés es también este escritor que destacó por el hecho de que sus obras de dramaturgia estaban caracterizadas por un carácter extremadamente lírico pero también por ser violentas y muy profundas.
Buena muestra de ello son trabajos tales como «Le Prétendant», «Le Nouveau Monde», «La Révolte» o «Axël», que para muchos fue el más perfecto ejemplo de lo que era el simbolismo.
Cabe destacar que el simbolismo no se acotó a Francia, sino que fue expandiéndose sin reconocer fronteras geográficas y ganando adeptos en todas partes del mundo. Así fue como cruzó el océano e incluso llegó a América Latina.