El término solvólisis se emplea en el ámbito de la química. Así se denomina a una reacción de sustitución donde un disolvente funciona como nucleófilo, desempeñándose como reactivo atacante.
TemasUna reacción química
Para comprender con claridad qué es la solvólisis, es conveniente analizar varias ideas. Lo primero que hay que saber es que la solvólisis es una reacción química: es decir, un proceso a través del cual se desarrolla la transformación de un compuesto químico con consumo o generación de energía.
La solvólisis es una reacción química de sustitución.
En este caso específico, se trata de una reacción de sustitución. De este modo, un átomo o un compuesto son reemplazados por otros. El elemento en cuestión, así, es desplazado por otro.
¿Cuál es la particularidad de la solvólisis? En esta reacción de sustitución, hay un disolvente que actúa como nucleófilo. Los nucleófilos son especies (grupos de elementos con características y propiedades estructurales semejantes) que presentan una densidad electrónica elevada.
Cabe resaltar que, en una reacción, el nucleófilo cede electrones libres al electrófilo. Ambas especies se combinan forjando un enlace covalente.
Agua como disolvente
La solvólisis puede llevarse a cabo empleando agua (H2O) como disolvente. Este mecanismo se usa, por ejemplo, para reciclar ciertos plásticos mediante la despolimerización termoquímica.
Los composites, en este marco, pueden ser reciclados a través de una reacción de solvólisis. Con el agua como disolvente bajo condiciones específicas, se genera la despolimerización termoquímica que posibilita la ruptura de los enlaces de las resinas termoestables. Gracias a esto, se pueden separar dichas resinas de aquellas fibras que se incorporaron al material con el objetivo de reforzarlo. De acuerdo a estudios, la resina termoestable puede despolimerizarse cerca del 95% con la solvólisis.
Solvólisis y reciclado de composites
La recién mencionada técnica de reciclado data de comienzos de la década de 2010 y fue de gran importancia, ya que los plásticos composites son especialmente difíciles de reciclar porque poseen una estructura reticulada definitiva que no permite la fundición para crear otros productos. Cabe mencionar que en Europa, el mercado dependen cada vez más de este material, ya que es muy ligero y resistente; sin embargo, sin un adecuado programa de reutilización, por mucho tiempo acabó mezclado con el resto de los residuos.
A la hora de reciclar el composite, existen varias técnicas, entre las cuales destacan la incineración y el reciclado mecánico. La primera solamente recupera la energía, mientras que la segunda destruye casi todas las propiedades del material. Ante la poca efectividad de estas y otras propuestas, surgió EURECOMP, un proyecto con el soporte económico de a Comisión Europea que dio lugar al uso de la solvólisis para reciclar estos plásticos. Esto dio lugar a dos beneficios: por un lado, la industria pudo respetar los objetivos planteados por la normativa europa respecto al reciclaje; pero también permitió elevar el valor final de los productos elaborados a partir de la reutilización de materiales.
Los plásticos composite eran difíciles de reciclar hasta que comenzó a usarse la solvólisis.
Para el reciclado de plásticos composites usando la solvólisis, la cual debe tener lugar en condiciones subcríticas o supercríticas, se usa un reactor creado con este fin específico. La eficacia antes mencionada de este proceso se calculó analizando cómo influyen los parámetros principales, como ser el tiempo total, la temperatura y la razón entre residuo y agua. Hablando en términos más específicos, da lugar a la recuperación de la fibra de vidrio conservando las propiedades mecánicas que tenía antes de su uso en un 65 por ciento, además de benzaldehído, acetaldehído benceno y ácido benzoico, entre otros productos muy valiosos.
Son catorce las entidades que en su momento colaboraron para llevar a cabo esta investigación tan importante para reducir al mínimo el impacto que la industria de los plásticos tiene en el medio ambiente.
