Soterramiento es un término asociado al verbo soterrar. Esta acción consiste en llevar algo debajo de la superficie para ocultarlo o para permitir que se desarrolle enterrado.
Por ejemplo: “Las autoridades anunciaron que el próximo año comenzarán las obras de soterramiento del ferrocarril”, “Las inundaciones se producen porque el soterramiento del arroyo no fue hecho correctamente”, “Hemos consultado a varios ingenieros, quienes ratificaron que el soterramiento de la autovía es la mejor opción para agilizar el tráfico”.
Soterramiento de los trenes urbanos
Es habitual que se lleve a cabo el soterramiento de los trenes urbanos para mejorar el tránsito en las ciudades más densamente pobladas. Al soterrar el ferrocarril, se facilita la circulación de los vehículos (que no deben aguardar el paso del tren) y se reduce el riesgo de accidentes (al evitar que los recorridos de los coches y los trenes se crucen).
En Argentina, por ejemplo, existe desde hace años un proyecto de soterramiento de la línea Sarmiento, que atraviesa gran parte de la ciudad de Buenos Aires y algunas localidades del Gran Buenos Aires. Los accidentes que se producen en los más de cincuenta pasos a nivel de este ferrocarril son frecuentes, por lo que su soterramiento es una demanda constante de la sociedad.
Los proyectos de soterramiento de los ferrocarriles suelen planificarse en las ciudades más grandes, que cuentan con una intensa circulación de vehículos. Aunque suele estimarse que el soterramiento será beneficioso para la vida urbana, el coste de las obras y las complicaciones que acarrean suelen demorar o hacer que se desestimen este tipo de iniciativas.
Sobre el cableado y los residuos
Además de los ferrocarriles, otros elementos típicos de las ciudades que se someten al soterramiento son las redes de cableado. Así como en el caso anterior, entre los motivos principales de esta medida se encuentra la seguridad de los ciudadanos; los cables que se hallan al aire libre pueden pelarse, cortarse y caer en la vía pública, por ejemplo, y poner en riesgo a los transeúntes, algo imposible si se colocan bajo suelo.
La recolección de residuos urbanos también ha evolucionado gracias a técnicas de soterramiento. Algunas empresas ofrecen la instalación de contenedores que poseen gran parte de su estructura soterrada, con diferentes dimensiones y características, que se adaptan a las condiciones físicas y geográficas de cada ciudad. Estos sistemas presentan diversos beneficios, algunos de los cuales se exponen a continuación, que facilitan tanto la tarea de los ciudadanos como la de los recolectores:
- Son más seguros que los contenedores tradicionales ya que, por ejemplo, no existe riesgo de derramamiento de residuos.
- Sus materiales son más resistentes, por lo cual ofrecen una mayor durabilidad. Ante la misma exposición a los rayos del sol, a las lluvias y a los gases tóxicos provenientes de los coches que se adhieren a sus superficies y las deterioran, los contenedores soterrados se ven menos perjudicados y pueden limpiarse con más facilidad.
- Facilitan la clasificación de los desechos, apoyando el cuidado medioambiental.
- Ayudan a evitar la formación de olores desagradables y la acumulación de basura en la vía pública, cuestiones que repercuten positivamente a nivel estético mientras que protegen la salud de los ciudadanos.
- Son menos vulnerables a los actos de vandalismo.
- Pueden almacenar una mayor cantidad de residuos.
- Dejan más espacio libre en las calles.
Dichas ventajas existen en mayor o menor medida en cada modelo de contenedor soterrado, ya que éstos se ofrecen con diferentes características según el presupuesto y las posibilidades estructurales de cada ciudad. Pero no cabe duda de que el soterramiento de los residuos urbanos ha mejorado la calidad de vida de muchas personas, convirtiendo el paso por las calles en una experiencia más limpia y segura.