Sudario es un término que proviene del vocablo latino sudarĭum. El concepto hace mención a la tela que se emplea para cubrir el cuerpo o el rostro de un muerto. En la antigüedad, dicho lienzo era considerado como una manifestación de respeto hacia el individuo fallecido.
Se conoce como Santo Sudario de Turín a una tela que se halla en una iglesia de la ciudad italiana homónima y que exhibe la imagen del rostro de una persona con las marcas que caracterizan a la crucifixión. Hay quienes sostienen que la imagen grabada en el lienzo pertenece a Jesucristo.
De acuerdo a esta postura, el Santo Sudario sería la tela que cubrió el cadáver de Jesucristo tras ser crucificado. Por obra de un milagro, su rostro quedó fijado en el paño y permaneció inalterado pese al paso del tiempo.
Es importante destacar que la Iglesia católica no reconoce oficialmente la legitimidad del Santo Sudario, aunque acepta su devoción. Diversos estudios científicos, por otro lado, sostienen que el Santo Sudario habría sido creado después del siglo XIII, una fecha que lo ubica muy lejos del tiempo en el que habría vivido Jesucristo.
Características del Santo Sudario
Otros nombres que recibe el Sudario de Turín son Sábana Santa y Síndone. Ubicado en la catedral de San Juan Bautista, se trata de un lienzo de 1,13 por 4,36 metros. Como se menciona anteriormente, este sudario ha pasado por diversos estudios que buscaban probar su legitimidad, algo que aún no se ha conseguido; de hecho, la mayoría de ellos han apuntado más bien a la idea opuesta.
Recién en 1898 comenzaron los análisis más exhaustivos del lienzo, a cargo de un fotógrafo italiano llamado Secondo Pia, quien tras capturar varias veces el sudario notó en sus negativos que la imagen del cuerpo podía verse con mayor nitidez. Casi un siglo más tarde llegó la autorización por parte de la Santa Sede para datar la sábana; el proceso se llevó a cabo en varios laboratorios, y todos coincidieron en que no podía provenir de una fecha anterior al año 1260.
Para quienes creen que el Santo Sudario fue en verdad impreso de forma milagrosa con las facciones de Jesús, la falta de evidencias de su existencia previas al siglo XIV no es para nada gratificante. Partiendo de esta ausencia de datos que permitan hilar de manera efectiva la historia para demostrar que en efecto nos encontramos ante un elemento sagrado, algunos estudiosos han optado por cambiar la perspectiva de su investigación.
Otras telas de interés religioso
Ian Wilson, un conocido historiador, enfocó su atención en la Imagen de Edesa, también conocida como Mandylion, un trozo de tela en el que se cree que el rostro de Jesús quedó impreso, ya que las pruebas de su existencia son anteriores a las del sudario. Este paño de forma rectangular o cuadrada, según la fuente, se aprecia en documentos que datan del siglo VI, algo que lo acerca unos setecientos años más a la muerte de Jesús que los datos correspondientes expresamente al Santo Sudario.
Ahondando un poco más en la posición de la Iglesia católica, el papa Pío XII autorizó en 1958 el uso del Santo Sudario como imagen para la devoción por parte de los fieles a la Santa Faz de Cristo.
En la Catedral de Oviedo también hay un paño que se menciona como Santo Sudario. Confeccionado en lino, este sudario presenta quemaduras que habrían sido realizadas con velas y evidencia manchas de sangre. Se dice que el Santo Sudario de Oviedo también habría cubierto el cuerpo de Jesucristo, y que fue recogido de su tumba junto al ya mencionado Santo Sudario de Turín.