Una tarjeta de crédito es un rectángulo de plástico numerado que presenta una banda magnética o un microchip y permite realizar compras que se pagan a futuro. Para solicitar una tarjeta de este tipo, es necesario dirigirse a una institución financiera o entidad bancaria, la cual pedirá al interesado una serie de documentos y garantías para asegurarse que se trata de una persona solvente y capaz de cumplir con sus potenciales obligaciones de pago.
Dependiendo del caso y de la entidad emisora de la tarjeta de crédito, entre los requisitos exigidos a los solicitantes suelen estar una situación laboral estable y con un mínimo de meses de permanencia en el mismo puesto, un sueldo que supere una cantidad en particular y un garante, o sea, una persona o compañía que pueda respaldarlos y asegurar que se trata de personas confiables.
Ventajas de la tarjeta de crédito
La tarjeta de crédito, también conocida como dinero plástico, recibe dicho nombre ya que da la posibilidad a una persona de realizar compras sin contar con el efectivo (o metálico), contrayendo automáticamente una deuda con la entidad emisora de la misma. Generalmente, todos los meses se envía a los usuarios un resumen de todas las transacciones realizadas durante los treinta días anteriores, para poder efectuar un único pago. Es importante notar que existe la posibilidad de saldar toda la deuda o de realizar tan sólo un pago mínimo; en este caso, la deuda pendiente acumula nuevos intereses, de acuerdo a lo estipulado en el contrato.
Otra de las ventajas que ofrecen las tarjetas de crédito, y una de las más populares a la hora de realizar grandes gastos, es pagar a plazos (o en cuotas). Muchos comercios, sobre todo en ciertos países, listan los precios de sus productos con varias opciones; por ejemplo, si un televisor cuesta 1200 dólares, puede indicarse la posibilidad de adquirirlo en 3 cuotas de 425, o en 6 de 250, y así sucesivamente.
Costes y seguridad
El uso de tarjetas de crédito puede tener distintos costes: hay empresas que cobran intereses por cada compra (si el usuario adquiere productos por 20 dólares, se ve obligado a pagar 25 o 30 dólares, por ejemplo), mientras que otras imponen comisiones o cuotas mensuales por el mantenimiento del servicio.
Con respecto a la seguridad, en los últimos años se han implementado diversas medidas para proteger a los usuarios de tarjetas de crédito de robos de identidad y compras fraudulentas. Una de ellas es la incorporación de un número o código de seguridad, el cual generalmente tiene tres dígitos y se sitúa en la cara posterior de la tarjeta; al momento de realizar una compra por Internet o por teléfono, es obligatorio indicar ese número para asegurar que se cuenta con el documento en la mano y que no se han copiado los datos de un ticket ajeno.
Distintos tipos de tarjetas de crédito
En la actualidad, algunas de las tarjetas de crédito más populares en todo el mundo son Visa (que genera ventas anuales de unos 3 billones de dólares), American Express y MasterCard.
Existe una variedad de tarjetas de créditos denominadas «prepagadas» o «de prepago«, las cuales exigen que se deposite el monto de dinero que se desea gastar previamente al momento de la compra. Es importante aclarar que no deben ser confundidas con las tarjetas de débito; en principio, ciertas transacciones sólo pueden realizarse con tarjeta de crédito, tal y como sucede con la adquisición de billetes de avión en algunas compañías, y no todas las personas cuentan con los requisitos necesarios para su solicitud, algunos de los cuales se mencionan en el segundo párrafo. La tarjeta de prepago, entonces, permite efectuar esas compras que no aceptan tarjetas de débito.