La idea de tiempo alude a la magnitud física que posibilita medir y establecer secuencias de hechos. El concepto también refiere a lo que duran los acontecimientos. Meteorológico, por su parte, es aquello vinculado a la meteorología (la ciencia que estudia la atmósfera).
Se conoce como tiempo meteorológico o tiempo atmosférico, por lo tanto, a la serie de fenómenos que tienen lugar en la atmósfera en un periodo específico y en un espacio determinado. Estos fenómenos se miden en valores que reflejan la temperatura, la humedad relativa, la presión, la visibilidad y otros datos, como ser la presencia de tormentas.
Diferencias entre el tiempo meteorológico y el clima
El tiempo meteorológico, que muchas veces es mencionado simplemente como tiempo, revela la actividad de los fenómenos en un lapso de uno o más días. Cuando se realiza un promedio de los valores medidos en un periodo más extenso, se habla de clima. Puede decirse, por lo tanto, que el tiempo indica la actividad atmosférica del día o en el corto plazo y que el clima alude a los valores promedio de dicha actividad sostenida en el tiempo.
Conocer el tiempo meteorológico es indispensable para numerosas actividades e incluso resulta muy importante en la vida cotidiana. Si una persona, antes de ir a trabajar, enciende el televisor y observa que la temperatura es de 2° C, saldrá de su casa muy abrigada para no tener frío. Este indicador del tiempo meteorológico, por lo tanto, le resulta muy útil.
La importancia del pronóstico
Cabe destacar que el tiempo meteorológico puede pronosticarse a partir del análisis de diversos datos. Para conseguir una mayor precisión, las estaciones meteorológicas deben ubicarse en puntos estratégicos y mantener un buen nivel de comunicación. De este modo, por ejemplo, un meteorólogo puede anunciar que se esperan lluvias para una ciudad dentro de dos o tres días.
El pronóstico del tiempo meteorológico es una de las actividades más importantes a nivel mundial. Gran parte del funcionamiento de una ciudad, especialmente el de sus sistemas de transporte vehicular (ya sea por tierra, aire o mar), depende de este análisis a nivel regional, ya que permite evitar un número importante de accidentes, y esto se traduce no sólo en la protección de los seres vivos sino también de la economía.
Si el ser humano no pudiera adelantarse a los fenómenos asociados al tiempo meteorológico, le resultaría casi imposible sostener la complejidad propia de su organización actual, la cual incluye, además del transporte, las actividades comerciales, la agricultura y la construcción, sin dejar de lado la prestación de servicios que pueden verse afectados por las inclemencias del tiempo.
Factores que inciden en el tiempo meteorológico
La temperatura, las diferencias de humedad entre dos sitios determinados y la presión del aire son los factores que impulsan el tiempo meteorológico. La latitud desde los trópicos hace que varíe el ángulo del sol entre un punto y otro del planeta, y esto explica las diferencias que pueden apreciarse cuando se estudian dichos fenómenos.
El marcado contraste que se aprecia entre la temperatura del aire tropical y la del polar repercute en que aumente la corriente en chorro, una corriente de aire estrecha y fuerte que se concentra y recorre un eje en la estratosfera o la alta troposfera, con una pronunciada cizalladura del viento, tanto vertical como horizontal. Se entiende por cizalladura del viento (también conocida como cortante del viento) a la diferencia que se percibe en la dirección del mismo, o en su velocidad, tomando como referencia dos sitios dentro de la atmósfera terrestre.
La inestabilidad del flujo de dichas corrientes en chorro a veces trae consigo sistemas de tiempo meteorológico tales como los ciclones de latitud media (también denominados ciclones extratropicales), un conjunto que se caracteriza por su baja presión y se relaciona con los gradientes térmicos horizontales y con los frentes.