La tos es un movimiento sonoro y convulsivo del aparato respiratorio de los seres humanos y de los animales. Este fenómeno se produce ante la contracción espasmódica de la cavidad torácica a partir de la liberación violenta del aire de los pulmones.
Por ejemplo: «Voy a llevar a Marcos al médico: tiene mucha tos y no deja de estornudar», «Tienes que tomar jarabe para la tos y te sentirás mejor», «Estoy cansado ya que esta tos no me ha dejado dormir en toda la noche».
Origen de la tos
La tos -término procedente del latín tussis– suele iniciarse como un mecanismo reflejo sintomático o asintomático. A partir de un estímulo determinado se produce una inspiración profunda a la que le sigue el cierre de la glotis, la relajación del diafragma y una contracción muscular. La presión dentro del tórax hace que se estreche la tráquea y se abra la glotis, con una diferencia de presión entre las vías respiratorias y la atmósfera.
La estimulación que produce la tos, por otra parte, puede ser mecánica, térmica, inflamatoria o química. El tratamiento, por lo tanto, variará según el origen y las características de cada caso. El uso de nebulizadores y la ingesta de expectorantes o antibióticos son algunos de los mecanismos que ayudan a eliminar la tos.
Clasificación según el tipo
Se conoce como tos convulsa o tos convulsiva a los ataques violentos y sofocantes de tos.
La tos ferina, en cambio, es una enfermedad infecciosa que se produce por el catarro en las vías respiratorias y que genera tos convulsiva con características muy intensas.
Remedios caseros y naturales para combatir la tos
- Jarabe de miel de caña de azúcar: se ha probado en más de una ocasión la eficacia de la miel de caña para combatir la tos y para desinflamar la garganta. Lo más aconsejable es mezclarla con jugo de limón y aceite de coco, aunque sin otros ingredientes también resulta beneficiosa. Por otro lado, hay quienes recomiendan acompañar la miel con un trago de coñac o whiskey antes de ir a dormir.
- Baño de agua caliente: en este caso, el secreto no reside en el agua, sino en el vapor. Para aumentar la eficacia de este método, es aconsejable llevarlo a cabo en una habitación sin ventilación. El vapor suaviza las vías respiratorias, alivia la congestión nasal y libera de flema los pulmones y la garganta. Cabe mencionar que este tratamiento puede ser contraproducente para una persona asmática.
- Beber mucho líquido: este punto es fundamental, ya que el agua misma en su estado natural puede ayudarnos a combatir la tos de manera eficaz. El secreto reside en que los fluidos colaboran con la reducción de la mucosidad y mantienen húmedas las membranas.
- Té de pimienta negra: cuando la tos es húmeda, se recomienda el té de pimienta negra y miel de caña de azúcar, ya que la pimienta es un buen estimulante natural de la circulación y ayuda a mover la flema, y esto se complementa con la ya mencionada acción de la miel. La receta es muy sencilla, ya que simplemente se deben colocar una cucharada de pimienta y dos de miel en una taza, llenarla de agua hirviendo y dejarla reposar tapada durante un cuarto de hora, antes de colar la infusión. Esto no se aconseja para quienes sufran de gastritis, ya que la pimienta puede resultarles perjudicial.
- Té de tomillo: el tomillo es usado por muchas personas para tratar la tos, la bronquitis y las infecciones respiratorias. En sus hojas se encuentra un poderoso remedio que, además de calmar la tos, consigue la relajación de los músculos de la tráquea y ayuda a reducir la inflamación. Su preparación es tan simple como poner dos cucharadas de tomillo desmenuzado en una taza con agua hirviendo y dejarlo reposar durante diez minutos, para finalmente colarlo y agregarle miel de caña de azúcar y limón.