Tráfico aéreo es un concepto que refiere al conjunto de las normas, los sistemas y los procesos que, regulados por diversos organismos internacionales, posibilitan el desarrollo de los vuelos que permiten viajar de un destino a otro en todo el mundo.
Cabe destacar que se denomina tráfico al desplazamiento de seres humanos, medios de transporte o productos por alguna clase de vía o camino. Aéreo, por su parte, es aquello vinculado al aire (las capas gaseosas que rodean el planeta Tierra).
Reglas del tráfico aéreo
Así como existen normas de tránsito y señales que regulan el tráfico de automóviles, motocicletas, camionetas, camiones y otros vehículos por las carreteras (rutas), el tráfico aéreo también está sujeto a distintas reglas. Mientras que el control de cada carretera depende de la ciudad o el país en el que se encuentra, el tráfico aéreo es organizado a nivel internacional, dadas sus características particulares.
Hay que tener en cuenta que cada día más de 18.000 aviones salen y llegan a alguno de los más de 40.000 aeropuertos que existen en el mundo. La gestión eficiente de dichos vuelos es imprescindible para evitar accidentes y para garantizar que los aviones puedan despegar y aterrizar en los horarios previstos.
La OACI
La Organización de la Aviación Civil Internacional (cuya sigla es OACI) es el organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que gestiona el desarrollo de la aviación civil mediante el establecimiento de regulaciones y normas. El llamado Air Traffic Control es un servicio que comparten todos los países que integran la OACI para controlar el tráfico aéreo.
Para garantizar el orden, la eficiencia y la seguridad de los miles de vuelos que se llevan a cabo a diario, el controlador de tráfico aéreo tiene la opción de dar órdenes específicas a los pilotos, o bien de aconsejarlos en situaciones que contemplen varias alternativas, todo esto teniendo en cuenta la clase de espacio aéreo y de vuelo. Cabe resaltar que, de todos modos, la máxima autoridad de la conducción de una aeronave no es otra que el propio piloto, y por eso es él quien tiene la última palabra en medio de una emergencia, siempre que sus decisiones le parezcan las más adecuadas para la seguridad de todos.
El concepto de espacio aéreo hace alusión a la porción de atmósfera que cada país regula, tanto sobre agua como sobre tierra, y se reconocen cuatro tipos diferentes: de uso especial; controlado; no controlado; otros. La definición de cada espacio aéreo está vinculada al movimiento de aeronaves que tenga lugar en su área, al nivel de seguridad que se requiere y al objetivo de las operaciones que se llevan a cabo.
El espacio aéreo se encuentra dividido en regiones de información de vuelo, y la sigla usada para su representación es FIR. Cada país cuenta con un área de responsabilidad, que contempla las regiones de las cuales debe hacerse cargo. Para que las aguas internacionales (también denominadas alta mar, son aquellas zonas del océano que no son exclusivas de ningún Estado) tengan su propio servicio de información, algunas de las áreas exceden los límites de las aguas territoriales.
El controlador del tráfico aéreo
Uno de los puestos más importantes dentro del área de tráfico aéreo es el de controlador. Existen diversos tipos de roles bajo esta misma denominación, como ser los siguientes:
- De autorizaciones: se encarga de autorizar los planes de vuelo a las naves que están por salir.
- De tierra: debe guiar a las aeronaves por tierra, a lo largo de todas las pistas, puertas y plataformas del aeropuerto por las que deban transitar.
- De torre: su función incluye el control del tiempo meteorológico y de cualquier fenómeno que pueda afectar el aterrizaje o el despegue de una aeronave, como ser trabajos que tengan lugar en la pista o bien bandadas de pájaros que puedan interferir en una ruta determinada.