El transformismo es la caracterización de una persona como alguien del sexo opuesto.
El vocablo francés transformisme llegó al castellano como transformismo (o trasformismo, como también avala la Real Academia Española). La primera acepción que aparece del concepto en el diccionario de la RAE alude a la teoría que postula la mutabilidad y el dinamismo de la naturaleza.
TemasAntecesor del evolucionismo
El transformismo, en este marco, se considera como una idea que antecedió al evolucionismo. Así como el transformismo ya indicaba que los elementos naturales no presentaban características o condiciones fijas, el evolucionismo demostró que existen múltiples factores que generan variaciones en las especies.
Caracterización del sexo opuesto
La noción de transformismo, de todos modos, suele usarse para hacer mención a la actividad desarrollada por un transformista: un individuo que se caracteriza como una persona del sexo opuesto. Un hombre caracterizado como mujer, de acuerdo a esta definición, es un transformista.
De esta manera, el transformismo es la caracterización de un hombre como una mujer o viceversa. El transformista no solo se concentra en la vestimenta, sino que habitualmente también se maquilla para modificar sus rasgos y adopta la gestualidad y el modo de hablar del otro género.
Es importante tener en cuenta que el transformismo no siempre está vinculado a la identidad sexual. Muchas veces se trata de una manifestación artística o de un cambio que se adopta en el marco de una ficción.
Tomemos el caso de la película “Mrs. Doubtfire”, conocida en América Latina como “Papá por siempre”. En el filme, el personaje interpretado por Robin Williams es un padre de familia que recurre al transformismo para hacerse pasar por mujer y así ser contratado por su exesposa como niñera para cuidar a sus hijos. Como se puede advertir, este hombre no se viste de forma femenina porque se sienta mujer: es una estrategia para estar cerca de su familia.
Inicios del siglo XX
En España, más precisamente en el ámbito teatral, el transformismo tuvo una corta época de florecimiento entre la última parte del siglo XIX y comienzos del XX. En este marco debemos hablar del espectáculo de variedades, un formato en el cual el público podía disfrutar de varios números artísticos que podían incluir música, declamación, ilusionismo, baile, drama y contorsionismo, entre otras disciplinas. Apareció en España precisamente a finales del 1800, como resultado de una inspiración en los escenarios parisinos, berlineses y londinenses, entre otros también europeos.
Si bien las artistas de este ámbito consiguieron cierta popularidad en España, no se las consideraba más merecedoras de respeto que a las prostitutas. Otra característica de los primeros tiempos era la ausencia casi absoluta de hombres en estos escenarios. Sin embargo, en el año 1897, el Teatro Apolo de Madrid presentó a Leopoldo Fregoli, un actor y cantante de origen italiano que se apoyaba en el transformismo para representar a varios de sus personajes. Su éxito fue tal que otros teatros españoles le abrieron sus puertas para que repitiera su espectáculo.
El transformismo protagonizó el teatro de variedades español entre finales del siglo XIX y principios del XX.
Gracias al impacto que el trabajo de Fregoli tuvo en España, poco a poco comenzaron a aparecer los primeros transformistas españoles, aunque en un principio lo hacían de forma anónima. Fueron muchos los actores que alternaron sus números con esta nueva forma de expresarse artísticamente. Robert Bertin, un actor francés, llevó el espectáculo transformista a nuevos niveles, apoyándose la imitación de algunas estrellas femeninas, incluyendo su aspecto físico y su voz. Entre las mujeres que inspiraron sus famosas actuaciones se encontraban La Bella Otero, Cléo de Mérode, Paulette Darty y La Tortajada.
El transformismo de Bertin fue otro hito en este marco, que a su vez inspiró el trabajo de artistas de España como Ernesto Foliers, Edmond de Bries, Dorian y Freddy. La guerra civil acabó con todas estas carreras, ya que el transformismo no estaba permitido porque se consideraba una «manifestación inmoral».
