
Los tranvías forman parte de la red de transporte público.
Un tranvía es un vehículo que avanza sobre raíles y cuya circulación se desarrolla en un entorno urbano. Los tranvías, como los autobuses o el metro (subterráneo), permiten trasladar pasajeros de un punto a otro de una ciudad.
Las características de desplazamiento de los tranvías pueden variar. En algunas regiones, los tranvías transitan por las calles en medio del resto de los vehículos, sin que exista una separación o distinción. En otros casos, en cambio, existen vías exclusivas para los tranvías, que andan separados de los automóviles, las motocicletas, etc.
Cabe destacar que la etimología de tranvía nos lleva al inglés tramway, que se forma con los vocablos tram (que puede traducirse como «riel plano») y way (traducible como «vía»). Un tranvía, por lo tanto, es un ferrocarril que se desplaza por una carretera o una calle.


Historia del tranvía
Los primeros tranvías, creados a comienzos del siglo XIX, eran tranvías de sangre: es decir, tirados por mulas o caballos. Se trataba de carruajes creados para recorrer las ciudades sobre carriles especiales, generalmente transportando mercaderías.
En 1879, en Berlín, surgió el tranvía eléctrico. Gracias a su crecimiento, en las primeras décadas del siglo XX se convirtió en el principal medio de transporte. Sin embargo, su popularidad empezó a decaer a partir del auge de los vehículos a motor de combustión interna.
En las últimas décadas, de todos modos, el tranvía resurgió en varias naciones europeas. Esto se debe a su menor impacto ambiental en comparación a los automóviles y los autobuses y al colapso de transito provocado por el elevado número de coches en las calles.

El tranvía requiere de un cableado eléctrico para su funcionamiento.
Sus características
El tranvía cuenta un sistema de tracción que puede tener diferentes características. Lo habitual es que recurra a la electricidad con una línea aérea de contacto. De todos modos, existen los tranvías a cable, a gasolina y a vapor, por ejemplo. En muchos casos, la acumulación de la energía en baterías le brinda autonomía de circulación.
Los tranvías disponen de trayectos ya establecidos. Los pasajeros pueden descender del vagón (o ascender al mismo) en cualquier estación o parada intermedia antes de la terminal.
Durante mucho tiempo se necesitó de la adquisición de un billete físico para utilizar este medio. Sin embargo, actualmente es habitual que se pueda abonar el viaje con una tarjeta de transporte que sirve para toda la red o que se pueda adquirir un billete electrónico.

El uso del tranvía contribuye a una reducción de las emisiones contaminantes.
Ventajas del tranvía
Si bien cada medio de transporte tiene sus aspectos positivos y sus puntos negativos, al tranvía se le reconocen numerosas ventajas frente a otros sistemas.
En comparación al autobús, utiliza un menor espacio en la calzada ya que no se desplaza en sentido lateral y no fomenta la congestión del tráfico. Además generalmente no utiliza combustibles fósiles, con lo cual no produce emisiones de carbono de manera directa. Asimismo, el tranvía no aporta a la contaminación sonora.
Frente al metro o subterráneo, en tanto, el tranvía evidencia un consumo eléctrico inferior. Su infraestructura también demanda una menor inversión y es más accesible (no se requiere de una plataforma elevada ni escaleras para llegar al andén).
Rivalidad con el autobús
Es interesante señalar que, alrededor de 1935, los avances a nivel técnico en la fabricación del autobús pusieron en riesgo la continuidad del tranvía en varias ciudades. Algunas de las razones principales fueron su mayor agilidad y la ausencia de una infraestructura específica.
Pero quizás el factor que más daño causó a la imagen del tranvía en aquella época fue la idea de progreso que representaba el autobús. El ser humano no puede resistirse a avanzar, incluso si esto significa dejar atrás ideas mejores que las nuevas.
El tren-tranvía
También conocido como tren-tram, el tren-tranvía es un vehículo que deriva del tranvía. Su principal diferencia es que puede transitar por más de una ruta. Gracias a contar con un sistema más versátil, es capaz de recorrer las vías de un tren y las de un tranvía, potenciando considerablemente su trayecto.
Todos los sistemas de señalización y alimentación de la red ferroviaria actual se pueden aplicar al diseño del tren-tram, de manera que cuando funciona en modo tranvía puede viajar a menos de 70 kilómetros por hora, mientras que al entrar en la red ferroviaria puede alcanzar los 100 kilómetros por hora.
El país que se encuentra a la cabeza de este vehículo híbrido es Alemania, donde aparecieron los primeros modelos ya en la década de 1980. Con el correr de los años, el tren-tram también se ha desarrollado en España, Países Bajos, Argentina, Estados Unidos, Francia y Reino Unido, entre otras partes del mundo.
El tren ligero y el trolebús
El tren ligero es otro medio de locomoción derivado del tranvía. Se caracteriza por incluir segmentos que pueden estar segregados del tránsito de vehículos de manera total o parcial, con carriles específicos para su uso, a veces apartados e incluso a través de túneles que cruzan la ciudad.
Uno de los más prominentes es el Stadtbahn, también desarrollado en Alemania, el cual representa un híbrido entre el tranvía y el metro. Se mueve por vías subterráneas y superficiales, y tiene algunos tramos callejeros y otros exclusivos. Dos ejemplos de este tipo de tren ligero son el Stuttgart y el Metro de Fráncfort del Meno.
El trolebús, por otra parte, es un transporte que suele compararse al tranvía. Se trata de un autobús impulsado por energía eléctrica cuya alimentación se da mediante una catenaria de cables superiores. Sin embargo, no circula por carriles ni vías especiales como el tranvía, sino que tiene ruedas.