Un trueque es el resultado de trocar dos elementos.
Trocar es un verbo que puede emplearse para aludir a una modificación o a un cambio. Por ejemplo: “El gobierno anunció que va a trocar el nombre del Ministerio de Defensa por el de Ministerio de Seguridad y Control”, “Con algunas medidas, podemos trocar la recesión en progreso”, “Creo que el mundo debería trocar la violencia por el diálogo”.
A partir de estas acepciones, el concepto se emplea en distintos contextos. Se conoce como trueque al acto y el resultado de trocar: “Le propuse trocar mi motocicleta por su automóvil, pero aún no se decidió”, “El fin de semana funcionará un mercado del trueque en la plaza de mi barrio: voy a tratar de trocar los libros que ya leí por otros”, “¿Quieres trocar tus muebles por los míos? Así ambas renovaríamos el hogar sin gastar dinero”.
El trueque también puede vincularse a un cambio de posición o de lugar: “Creo que voy a trocar a Agustín de sector: me parece que será más útil en el Departamento de Ventas que en el área administrativa”, “Le propuse a ese señor que trocáramos los asientos, pero no aceptó”, “Ambos clubes acordaron trocar a sus arqueros”.
TemasEl trocar como instrumento quirúrgico
Es importante destacar que el término trocar también puede proceder del vocablo francés trocart. En este caso, un trocar es un elemento que se emplea en intervenciones quirúrgicas. Se trata de un punzón, cubierto por una cánula (un tubo hueco), cuya punta tiene forma triangular. La laparoscopia, por citar un caso, se desarrolla con un trocar (conocido como trocar laparoscópico).
El trocar como instrumento quirúrgico requiere la utilización de un manguito para que actúe como puerto de acceso mientras se practica una intervención. Con respecto al diseño de su punta, cabe mencionar que evoluciona constantemente, en gran parte como resultado de la búsqueda de materiales más adecuados para las operaciones. La transparencia, por ejemplo, es uno de los factores más importantes a la hora de colocar el trocar dentro de la cavidad torácica o abdominal.
Se trata de un instrumento muy sencillo, ya que no es más que un tubo metálico de poca complejidad aparente que sirve para insertar los dispositivos robóticos. Además del metal, cuentan con una válvula plástica desechable, gracias a lo cual se extiende la vida útil del trocar. Existen muchos insertos (que también se denominan estiletes), con variados diseños para colocar en la cavidad del cuerpo provocando un traumatismo casi insignificante.
El trocar laparoscópico es un instrumento quirúrgico.
Su historia
Aunque el aspecto de un trocar actual lo muestre como un artículo de vanguardia, es interesante señalar que se han usado dispositivos similares desde hace siglos: ya en el año 30 a. C. Aulo Cornelio Celso habla de uno de sus antecesores en la enciclopedia «De Medicina«, compuesta de ocho libros, donde trató temas como la cirugía, la farmacia y la dieta; casi un milenio más tarde, el médico Albucasis describió un instrumento muy parecido en su enciclopedia titulada «Kitab al-Tasrif». Claro que el nombre trocar no apareció sino hasta el siglo XVIII y proviene del francés, como se menciona más arriba.
Por ese entonces, el trocar se usaba con el objetivo de drenar los gases o los líquidos del cuerpo; en el campo de la urología servían para guiar los visores quirúrgicos en el interior de la vejiga. El primer procedimiento documentado de laparoscopía data de 1901, a cargo del médico George Kelling, originario de Alemania, quien observó los órganos del abdomen de un perro.
A pesar de la constante evolución que atraviesa el trocar, es interesante notar que la punta piramidal que el radiólogo estadounidense Benjamin Henry Orndoff documentó en 1920 es del mismo tipo de la que se usa en la actualidad.
