La cooperación, el poder de adaptación, la asertividad y la tolerancia son cualidades y valores que facilitan el trabajo en equipo.
Los valores personales son los cimientos morales en los cuales se apoya cada persona para conducirse por la vida. Se trata de un conjunto de principios y cualidades que alguien, de modo dinámico, despliega en su día a día al tomar decisiones o vincularse con un prójimo.
Teniendo en claro el valor de la integridad y trabajando internamente para tener paz mental se avanza por un camino de rectitud, honestidad y perseverancia que facilita el proceso de toma de decisiones y proporciona una estructura estable para superar exitosamente el desafío de conservar los valores aún cuando el panorama resulta adverso.
Es esencial que se respiren valores positivos en el hogar y se predique con el ejemplo a fin de lograr que, desde edad temprana, se adopten buenos hábitos y principios que van sirviendo para el desenvolvimiento de niños, jóvenes y adultos en la comunidad educativa, en la esfera familiar y en el plano profesional. De modo complementario se debe formar a niños y jóvenes en el entorno escolar para que profundicen aptitudes precisas para el trabajo en equipo, el desempeño laboral y, en definitiva, la vida en sociedad.
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ResumenTipos de valores personales
Los valores personales, aquellos que tornan único y fácilmente reconocible a alguien entre un montón de seres, se suelen agrupar en diferentes categorías en función de su esencia, finalidad y/o campo de aplicación.
Se reconocen, según se desprende de la teoría, valores espirituales, valores educativos, valores profesionales, valores sociales, valores culturales, valores familiares, valores morales y valores éticos. Suele decirse, incluso, que hay valores estéticos que invitan a apreciar y disfrutar la belleza en todo su esplendor mediante la creatividad, la armonía, la elegancia y la delicadeza.
Es enriquecedor, asimismo, saber que hay valores de carácter universal que trascienden épocas y alcanzan a toda la humanidad, mientras que otros poseen un tinte histórico y se acotan a un territorio o periodo en particular.
Saber valorar vínculos, cultivar la gratitud y hallar felicidad en momentos cotidianos genera bienestar y plenitud.
Importancia
Tener buenos valores personales es necesario e importante, básicamente, para regirse por un adecuado código de conducta tanto en privado como en público.
Son preceptos positivos que contribuyen a llevar a cabo acciones relacionadas a la buena fe, la honestidad, la transparencia, la responsabilidad y la ética. Estas pautas marcan un estilo de vida ejemplar en el cual las virtudes van propiciando un crecimiento interno vital para alcanzar un buen desarrollo personal y llegar a un equilibrio entre aquello que se piensa, se dice y se hace.
No se puede dejar de mencionar que no todos los individuos se rigen por los mismos principios (ya que cada quien recibe una educación en particular, desarrolla pensamientos propios y se cría en contextos que van moldeando su carácter), así como no son constantes los valores que se van demostrando. A veces, ante determinadas experiencias o situaciones, la conducta varía y se desencadena una reacción o respuesta que obliga a replantearse desde creencias y maneras de ser hasta metas y filosofías de vida. Siempre, sin excepciones aunque todos seamos distintos y no actuemos como robots, es ideal y conveniente ser fieles a uno mismo confiando en aquello que se es, sin traicionar pensamientos ni creencias arraigadas en lo más profundo del ser.
A la hora de reforzar las creencias o valores de raíz moral, mucha gente confía en el poder de la llamada terapia de aceptación y compromiso. En esas sesiones, el sujeto va ganando claridad para priorizar valores y objetivos de vida aprendiendo a definir, identificar y a organizar por jerarquías las áreas de valor según la importancia que tienen para el individuo la pareja, el núcleo familiar, las amistades, el trabajo, etc.
También vale la pena resaltar que hay un amplio abanico de valores que, en primer lugar, se tienen que aplicar para uno mismo. Ocurre así con el respeto y la compasión, por ejemplo: es fundamental respetarse, aceptarse, quererse, perdonarse y comprenderse para poder construir lazos interpersonales sanos, tolerantes y empáticos.
El espíritu solidario, la voluntad de ayudar o asistir a quien necesita apoyo y la cooperación son valores que generan buenos resultados y mejoras en un grupo o una comunidad.
Ejemplos de valores personales
La capacidad de hacer el bien y ayudar a los demás se consigue de la mano de valores como los de la solidaridad, la generosidad y la vocación de servicio, mientras que la fortaleza mental se logra y se cultiva con perseverancia, tranquilidad, seguridad y confianza.
Haciendo gala del sentido de la responsabilidad, demostrando puntualidad, reflejando motivación, evidenciando pasión profesional, teniendo disciplina y dándole espacio a los demás desde la escucha activa y la consideración, en tanto, se favorece la trayectoria profesional. En el plano laboral también se reconocen y estiman el liderazgo, la mentalidad abierta, el tener iniciativa propia y el afán de superación personal.
La ética, la independencia, la imparcialidad, la equidad y la confiabilidad, por sumar otra referencia, permiten impartir justicia y actuar diariamente en pos de ella.
También es primordial «tener palabra», es decir, cumplir con aquello que se pronuncia y no olvidar promesas hechas. Cuando el discurso se plasma en hechos y se hace lo prometido, los demás ven en uno a una persona confiable y digna de ser respetada.
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