El verbalismo es basar el razonamiento únicamente en las palabras.
Verbalismo es la tendencia a basar un razonamiento en palabras, en lugar de conceptos. De este modo, al razonar, se les otorga mayor relevancia a los términos que a las ideas propiamente dichas.
TemasErrores de comunicación
El uso erróneo de las palabras y la falta de correspondencia entre éstas y lo expresado son muestras de verbalismo. Cuando alguien utiliza mal los vocablos, o incluso los emplea desconociendo su significado, deja los conceptos en un segundo plano.
El origen del verbalismo se halla en el vínculo entre el pensamiento y la expresión verbal. Cuando dicha relación es débil, la persona no piensa con precisión y, a su vez, no recurre a las palabras como se debe. El verbalismo, en este marco, es una falencia que se plasma al expresarse.
Por lo general, todos caemos en las garras del verbalismo, más allá del nivel de educación con el que contemos. Esto se debe a que durante nuestros primeros años no podemos aprender el lenguaje de una forma muy estructurada, prestando atención a las reglas técnicas, sino que lo hacemos de una manera espontánea, a un ritmo dispar y sin poder juzgar la calidad de nuestras fuentes.
Aprendemos a hablar, y luego a leer y escribir, como podemos. Nuestros padres o tutores no siempre cuentan con las mejores técnicas de enseñanza, de manera que también dependemos de sus conocimientos lingüísticos hasta que, años más tarde, podemos comenzar a organizar nuestro aprendizaje. Todo esto nos deja una base generalmente plagada de errores que tomaría muchísimo trabajo purgar para alcanzar la perfección.
En la educación
En el ámbito educativo, el verbalismo es un procedimiento pedagógico que privilegia la memoria verbal: es decir, el almacenamiento de información en forma de palabras que fueron leídas o escuchadas. De esta manera, el verbalismo no se orienta a los hechos o a las experiencias como vehículo de aprendizaje.
Dicho de otra manera, el objetivo del verbalismo en el ámbito estudiantil es que los alumnos memoricen y repitan la información verbal. No apunta a que la entiendan, ni a nivel superficial ni profundo. Hay diversas técnicas que se apoyan en esta manera de aprender; por ejemplo, hay quienes aprenden idiomas generando largas listas de palabras que luego memorizan, ampliando su vocabulario a un ritmo mayor que el que se consigue por métodos tradicionales, pero sin adentrarse en las cuestiones semánticas, gramaticales o de su uso en la vida real.
El problema del verbalismo
El verbalismo se convierte en un problema en el terreno de la educación cuando los estudiantes memorizan las palabras sin comprender cabalmente su significado. Esto hace que no puedan poner los términos en contexto, establecer relaciones ni generar nuevos conocimientos partiendo de ellos.
Por eso muchos educadores destacan la importancia de lograr que los estudiantes consigan entender procesos, en lugar de apuntar a que puedan memorizar datos. El verbalismo no es suficiente para la construcción del saber e incluso puede resultar un obstáculo.
El verbalismo en el aprendizaje despoja los conocimientos de su profundidad.
Para muchos especialistas del terreno de la enseñanza, aprender de esta manera puede resultar inútil. La razón principal detrás de tal afirmación es que los conceptos adquiridos de forma automática tampoco se pueden aplicar a situaciones de la vida real, ya que no se incorporan en nuestra mente con el contexto necesario para saber cuál es su utilidad o cuáles son sus limitaciones.
Otro de los problemas del verbalismo es que no incentiva la exploración del saber, la búsqueda de conocimiento, en gran parte porque lo presenta de una forma cerrada y unidimensional. El estudiante no aprecia los beneficios de la educación, por lo cual no la persigue por su cuenta, sino que la acepta cuando ésta se impone.
