La familia es la agrupación social más importante de los seres humanos. Se trata de una forma de organización que se basa en la consanguinidad (como la filiación entre padres e hijos) y en el establecimiento de vínculos reconocidos social y legalmente (el matrimonio). Los integrantes de una familia suelen vivir en un mismo hogar y compartir la vida cotidiana.
La violencia, por otra parte, es aquello ejecutado con fuerza o que se lleva a cabo contra la voluntad de otra persona. El comportamiento violento intenta imponer u obtener algo por la fuerza y puede ocasionar daños físicos y emocionales a la víctima.
Las definiciones de ambos conceptos (familia y violencia) nos permiten acercarnos a la noción de violencia intrafamiliar, que es el ejercicio de la violencia en el seno de una familia. Es decir, la acción u omisión que el integrante de una familia ejerce contra otro integrante y le produce un daño físico o psíquico.
Características de la violencia intrafamiliar
La violencia intrafamiliar, también nombrada como violencia familiar o violencia doméstica, puede incluir distintas formas de maltrato, desde intimidación hasta golpes, pasando por el acoso o los insultos. El violento puede ejercer su accionar contra un solo integrante de la familia (como su pareja o su hijo) o comportarse de forma violenta con todos.
Los expertos en este tipo de violencia en el seno del hogar establecen que existen diversos denominadores comunes que vienen a identificar al maltratador. En concreto, las personas de este tipo coinciden en estas características:
• Son individuos muy dependientes a nivel emocional que manifiestan dicha dependencia a través de la agresividad.
• Se muestran seguras de sí mismas e incluso aparentan ser altivas. Sin embargo, bajo esa imagen que se crean se esconden ciudadanos que suelen tener problemas de autoestima.
• Necesitan humillar y acometer la sumisión de su pareja para sentirse bien y superiores.
• Es frecuente que tengan carencias afectivas y problemáticas de características similares que arrastran de su infancia o de su etapa adolescente.
• Tienen celos patológicos.
• No son capaces de demostrar sus sentimientos.
Desarrollo en etapas
Además de todo ello, habría que señalar que la violencia intrafamiliar que tiene lugar en cualquier hogar suele estar conformada por tres fases claramente diferenciadas:
• Una primera etapa donde se va produciendo lo que es una acumulación de tensión, donde toman protagonismo desde episodios de celos pasando por faltas de respeto verbales o discusiones fuera de toda normalidad.
• En la segunda fase es en la que se produce el episodio agudo de violencia, donde esta se manifiesta a través de golpes de manera habitual.
• La última etapa de la violencia intrafamiliar es la que se conoce por el nombre de Luna de Miel, ya que el maltratador se calma, muestra cierto arrepentimiento e incluso procede a llevar a cabo continuas muestras de cariño y de amor hacia su víctima.
La violencia intrafamiliar y la ley
Pese a que este tipo de violencia se encuentra penado por la ley, estos delitos no suelen ser denunciados, ya que las víctimas pueden sentir vergüenza, temor o culpa por delatar a un familiar.
Los expertos, sin embargo, insisten y recomiendan a las víctimas que superen el miedo y hagan las denuncias correspondientes para romper con el vínculo violento.
Teléfonos útiles
Si eres víctima de violencia de género, hemos recopilado estos teléfonos específicos según el país donde te encuentres. Recuerda que si se trata de una emergencia, también puedes llamar a la línea oficial de la policía que varía según el país, siendo en general el número 911.
- Argentina – Teléfono: 144 (más información).
- Bolivia – Teléfono: 800 140 348 (Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia)
- Chile – Teléfono: 1455 (más información).
- Colombia– Teléfono: 155 (más información).
- El Salvador – Teléfono: 126 (más información).
- España – Teléfono: 016 (más información).
- Guatemala – Teléfono: 1572 (Línea de Atención para Mujeres Víctimas de Violencia).
- México – Teléfono: 800 10 84 053 (más información).
- Panamá – Teléfono: 182 (más información).
- Paraguay – Teléfono: 137 (más información).
- Perú – Teléfono: 100 (más información).
- Puerto Rico – Teléfono: 939-266-8446 (más información).
- República Dominicana – Teléfono: 212 (más información).
- Uruguay – Teléfono: 0800-4141 (más información).
- Venezuela – Teléfono: 0-800-6853737 (más información).