Voluntad (del latín voluntas) es la potestad de dirigir el accionar propio. Se trata de una propiedad de la personalidad que apela a una especie de fuerza para desarrollar una acción de acuerdo a un resultado esperado. La voluntad implica generalmente la esperanza de una recompensa futura, ya que la persona se esfuerza para reaccionar ante una tendencia actual en pos de un beneficio ulterior.
Por ejemplo: “Tienes que tener fuerza de voluntad para superar una enfermedad de este tipo”, “Por favor, pon buena voluntad y trata de no hacer más problemas”, “Tuve que despedirlo por su mala voluntad para el trabajo en equipo”.
Voluntad y libre albedrío
La voluntad ha motivado todo tipo de debates filosóficos ya que está vinculada a lo que se desea realizar y al entendimiento de las razones por las cuales un sujeto escoge hacer eso. Por lo tanto, la voluntad tiene relación con el libre albedrío.
La voluntad también está relacionada al poder de elegir de la conciencia, el sentimiento y la acción. Algo elegido por propia voluntad no es obligado por un impulso externo. Una mujer que renuncia a su trabajo ya que no estaba conforme con las condiciones, está actuando según su voluntad. En cambio, una mujer que deja su trabajo por las presiones de su marido, por ejemplo, no está respetando su voluntad.
Del deseo al mandato
Otra forma de entender la voluntad tiene que ver con el deseo o las intenciones de realizar alguna cosa: “Tengo voluntad de retomar mis estudios de arte”, “Muchos me dicen que vuelva a intentarlo, pero ya no tengo voluntad”.
La voluntad, por otra parte, puede ser el mandato o la orden de alguien: “Se hizo la voluntad de mi padre y hemos comprado la casa”, “El entrenador decidió respetar la voluntad del volante y no lo convocó para el próximo juego”.
La fuerza de voluntad y la obesidad
La fuerza de voluntad hace referencia a una capacidad que tenemos los seres humanos de sobreponernos a aquellos deseos que nos puede n generar nocivas consecuencias en nuestra existencia. El concepto suele relacionarse con el empeño de mantenerse firme en una dieta para adelgazar.
La obesidad es un problema que afecta a nuestras sociedades de forma peligrosa y que trae consecuencias que en muchos casos son sumamente nocivas. La razón de que cada vez existan más personas que padecen esta enfermedad es que en muchos la fuerza de voluntad no se encuentra del todo activa, entonces ponerse una meta (decidirse a adelgazar) y trabajar arduamente por conseguirla (seguir a raja tabla la dieta que nos hemos impuesto) es una tarea casi frustrada antes del comienzo.
Los diez mandamientos de la dieta
Según el autor de una de las obras más populares entre los libros de autoayuda para personas con problemas de sobrepeso, que se titula «Los diez mandamientos de la dieta», depender de la voluntad para bajar de peso no es una buena decisión, aconseja que se dependa más bien de una buena estrategia; y ésta no siempre exige una dieta llena de sacrificios que nos motivarán a desanimarnos y bajar los brazos al poco tiempo de empezar.
Él asegura que existen dos vías para perder peso; una es la intensa (una disciplina extrema para la cual es necesaria la fuerza de voluntad) y una lenta pero segura (una disciplina donde la paciencia juega un papel fundamental, y donde no pasa nada si un día rompemos las reglas de la dieta).
Cómo mantener la voluntad al tratar de bajar de peso
El consejo para una dieta segura es hacer pequeños cambios pero directos que lleven a un cambio general paulatino. No existe una forma mágica de conseguir bajar de peso, sin embargo tener en cuenta algunos aspectos que hacen a uno mismo puede ser de vital ayuda para lograrlo, algunos de los citados en ese libro son:
*Aceptar la realidad: No engañarse a uno mismo; no es verdad lo que dicen algunas personas que no comen nada y engordan igual, siempre que se aumentan kilos es porque se están ingiriendo más calorías de las que se queman. Ante esto lo primero que se puede hacer, antes de comer menos, es moverse más.
*Proponerse lo posible: No plantearse metas que se sabe que son muy difíciles de conseguir. Es preferible tardar más tiempo pero alcanzar resultados reales, que adelgazar mucho al principio y después volver a ganar esos kilos, al abandonar la dieta.