El voluntariado es un camino elegido por miles de individuos de distintas edades y nacionalidades para, básicamente, brindar asistencia y aprender. Se trata de una actividad que nace desde el compromiso social, posee una finalidad solidaria y se despliega en una enorme variedad de ámbitos.
Esta clase de actos no son lucrativos, suelen hacerse ad honorem y se enmarcan en proyectos vinculados a la educación, la salud, la vivienda, la contención humana, la conservación de la vida silvestre y el bienestar de personas y animales. Los integrantes de Médicos Sin Fronteras y de la Cruz Roja, por citar dos referencias concretas, son testimonio vivo de voluntad, entrega y sacrificio para auxiliar a individuos en condición de vulnerabilidad.
Tipos de voluntariado
Quienes desean emprender el desafío de invertir tiempo en causas de interés comunitario pueden, de acuerdo a sus posibilidades y preferencias, sumarse a múltiples tipos de voluntariado.
Pueden prestar colaboración a nivel local, adherirse a programas de voluntariado en el extranjero con el objetivo de sumar experiencia a escala internacional o bien desempeñarse a distancia a través de la modalidad de voluntariado virtual.
En función de la preparación que se tenga y la fortaleza que se posea es posible, en este marco, postularse a convocatorias de voluntariado para servicios de emergencia. Abundan los espacios para ofrecer ayuda de manera desinteresada, por eso siempre aparecen oportunidades acordes al perfil de cada uno de los que quieren colaborar, ya sea con el prójimo, o con el planeta en su conjunto.
Aunque a la hora de realizar un trabajo social no siempre hay que sumarse a las filas de una entidad o agrupación, no hay que perder de vista que el voluntariado en organizaciones sin fines de lucro es muy común y está consolidado a nivel mundial por los puentes, los respaldos y la seguridad que surgen entre aquellos que socorren y los beneficiarios de dicha ayuda.
Dadas las carencias afectivas, las privaciones económicas y las limitaciones académicas o laborales que padecen millones de bebés, niños, jóvenes y personas mayores, las actividades comunitarias a favor de la inclusión y el progreso social no dejan de crecer. Así, pues, almas de buen corazón que saben leer y escribir no dudan en poner sus saberes a disposición de iniciativas de alfabetización de adultos o en llevar a cabo trabajo voluntario en bibliotecas.
Proporcionar asistencia en comedores sociales, impulsar y salvaguardar programas de apoyo a la nutrición, exigirle a las autoridades de cada nación políticas y medidas sólidas asociadas a la lucha contra el hambre y contribuir económicamente con una o más ONG (Organizaciones No Gubernamentales) que procuren el bienestar y el avance de la sociedad son acciones necesarias para construir colectivamente un mundo mejor.
Trabajo voluntario a favor de la naturaleza y los animales
Si bien se destinan muchos recursos, esfuerzo y tiempo a solucionar o minimizar problemáticas que afectan el presente y el futuro de los seres humanos, es enorme, valioso y fundamental el trabajo voluntario a favor de la naturaleza y de los miembros del reino animal en particular.
Todas las criaturas de la Tierra necesitamos y merecemos vivir en un sitio agradable, saludable y seguro. Emocionan, por lo tanto, aquellos que frecuentan albergues de animales a fin de colaborar con el cuidado de los ejemplares que están en los refugios rehabilitándose o, en el caso de ser perros o gatos, aguardando ser adoptados para tener la posibilidad de crecer rodeados de amor. Como es más usual la labor relacionada a mascotas que están extraviadas o en busca de un hogar, resulta sumamente necesario el apoyo en el rescate y rehabilitación de animales de distintas especies que son víctimas de explotación, tráfico y otras atrocidades.
También, por fortuna, crece el número de animalistas que se ocupa de proteger a la fauna; organiza y/o divulga campañas de concienciación acerca de la importancia de respetar a mamíferos, reptiles, etc; y que, en definitiva, se manifiesta y actúa en pos de la promoción de los derechos de los animales.
Simultáneamente, es vital sumar voluntades destinadas a mejorar el medioambiente y librarlo del mayor porcentaje posible de contaminación. Participar e involucrarse con programas de plantación de árboles, en jornadas de recolección de basura y limpieza comunitaria y en proyectos de agua limpia se traduce en un cambio positivo tanto en la calidad del aire como en el estado de ríos y océanos, por ejemplo.
Voluntariado en contextos difíciles
Aquellos que realizan voluntariado en contextos difíciles requieren una combinación de conocimientos vinculados a la psicología, un óptimo dominio de emociones propias y ajenas, habilidad para la resolución de conflictos o de situaciones de emergencia y fortaleza emocional.
Si bien esa fórmula es imprescindible también al ofrecer asistencia en orfanatos y al implicarse en el desarrollo de programas de apoyo a la salud mental, cuando se hace voluntariado en centros de recuperación de adicciones o al llevar a cabo trabajo voluntario en refugios para víctimas de violencia doméstica no alcanza con tener buena voluntad sino que se precisan herramientas académicas y preparación tanto psíquica como espiritual.
No es sencillo ejercer el voluntariado en centros de crisis ni estar en los zapatos de los incansables hombres y mujeres que, pese a las adversidades, no claudican y se mantienen firmes haciendo trabajo voluntario en zonas de conflicto. Por esa razón es un acto de justicia reconocerlos, respetarlos y valorarlos: a ellos y a cada uno de los que, en algún rincón del planeta, alzan con orgullo la bandera del voluntariado.