Voraz es un adjetivo que proviene de vorax, un término latino. El concepto permite aludir a aquel que se alimenta de manera muy veloz e ingiriendo grandes cantidades de comida.
Por ejemplo: “El león es un animal voraz que puede comer hasta cuarenta kilogramos en un día”, “Nunca vi a un hombre tan voraz: después de engullir tres hamburguesas y una pizza entera, pidió un sándwich”, “Este niño es voraz, ya no sé qué darle de comer”.
El adjetivo también se puede aplicar al apetito o el hambre que lleva a comer mucho: “Tengo un apetito voraz, creo que podría comerme una vaca entera”, “Los soldados volvían de la guerra con un hambre voraz”.
Voraz más allá de la alimentación
Más allá del contexto de la alimentación, la idea de voraz se emplea para calificar a aquello que genera una destrucción muy rápida o cuyo consumo es veloz: “Un fuego voraz destruyó la vivienda en unos pocos minutos”, “Tenemos que estar preparados para combatir incendios voraces dada la sequía y las altas temperaturas”, “Un alud voraz derribó todo a su paso”, “Siempre fui un lector voraz”.
En este sentido, se abre la puerta a significados que pueden tener una connotación positiva o negativa. Por un lado, la idea de un incendio voraz, de un viento o una erupción volcánica que causen destrucción a su paso se opone a la necesidad que un lector empedernido siente por devorar nuevas obras. De hecho, esta dualidad del concepto se puede apreciar en muchos otros ejemplos, aunque no se trate de un término muy usado en el habla cotidiana.
Sinónimos y antónimos
Resulta interesante analizar los diversos sinónimos de la palabra voraz, ya que entre ellos encontramos algunas que también pueden ser interpretadas de diversas maneras. Por un lado se hallan los siguientes: tragón, glotón, hambriento, comilón, insaciable y tragaldabas. Dos antónimos pertenecientes a este grupo pueden ser inapetente y desganado. Pero también tenemos los sinónimos: fuerte, activo, intenso, violento, destructor y devorador. En este caso, dos antónimos posibles son sobrio y moderado.
Si tomamos los términos comilón o glotón, por ejemplo, sobra decir que el único aspecto negativo que pueden tener es el impacto en la salud de quienes comen sin moderación. Sin embargo, insaciable puede entenderse también en sentido figurado, y usarse en casos similares a los expuestos anteriormente con voraz: no es raro encontrarse con frases como «un fuego insaciable», «un tornado insaciable» o incluso «un lector insaciable». En estos casos, sus respectivos antónimos pueden funcionar en ciertos ejemplos, aunque quizás no para reemplazar directamente los términos originales, ya que no podríamos hablar de «un fuego inapetente» ni de un «lector desganado».
Voraz asociado a la avaricia
La voracidad también se asocia a la avaricia y a las ansias de poder, especialmente cuando el sujeto no mide las consecuencias de sus actos. Una persona voraz, en este sentido, justifica los medios por los cuales busca alcanzar sus objetivos; en otras palabras, cumplir sus deseos pesa mucho más que el perjuicio que pueda causar a los demás en el camino.
Con este significado también es posible utilizar el término insaciable, aunque no como un sinónimo directo, ya que no parece implicar la despreocupación por las consecuencias expuesta en el párrafo anterior.
Otros usos del término
El filme estadounidense “The Blob”, por otro lado, se conoció en varios países latinoamericanos como “La mancha voraz”. Estrenado en 1958, cuenta la historia de un organismo extraterrestre que ataca a la gente.
Un algoritmo voraz, por último, apela a la mejor opción en cada etapa para arribar a una solución óptima. Se trata de una técnica que, por lo general, se utiliza para la resolución de problemas vinculados a la programación o la optimización.