El aloe vera es un ejemplo común de planta xerófila
El adjetivo xerófilo se emplea para calificar al vegetal que se encuentra adaptado a vivir en un ambiente seco. Una planta xerófila, por lo tanto, está en condiciones de subsistir recibiendo una cantidad muy acotada de agua.
Con respecto al término, debemos agregar que en su familia también podemos encontrar el adjetivo xérico, que actúa como un sinónimo, y el sustantivo xerófito. De esta manera, podemos hablar simplemente de las xerófitas o de las plantas xerófilas/xéricas.
TemasCaracterísticas de los xerófilos
Los vegetales xerófilos presentan características adecuadas para la vida con escasez de agua. Por eso su tronco tiende a ser ancho para favorecer el almacenamiento de líquido, algo que se puede apreciar en la Ceiba speciosa, también conocida como palo borracho, árbol botella o palo rosado.
Con respecto a sus raíces, podemos decir que son largas para llegar a los niveles freáticos y mejorar el aprovechamiento de las lluvias. En algunas plantas xerófilas, como ser las yuccas (género de plantas suculentas que no se debe confundir con la yuca) y los cactus, se pueden ver en la superficie, como una gran red y se adentran en la tierra hasta encontrar la cantidad de humedad que necesitan.
Otra particularidad de las plantas xerófilas es que su metabolismo está acondicionado para llevar a cabo la fotosíntesis ahorrando agua; un claro ejempo de esto es el metabolismo ácido de las crasuláceas. Además les permite tener una buena resistencia a la sequía.
Sus hojas tienen estomas, células de la epidermis con un poro en el medio que sirve para difundir oxígeno y dióxido de carbono para que usen las células del interior en la respiración y la fotosíntesis. Otras posibilidades son que se reduzcan a meras espinas o que directamente la planta carezca de hojas; en este último caso, la fotosíntesis la realiza el tallo. Árboles como la Gleditsia triacanthos, sueltan sus hojas en medio de las extensas sequías.
Su hábitat
Las plantas xerófilas se hallan en climas áridos, semiáridos y subhúmedos. Por lo general pueden verse estos organismos en regiones desérticas o en la estepa.
Es posible encontrar vegetación xerófila en el desierto de Atacama, por ejemplo. Yaretas (o llaretas), cachiyuyos y algarrobos son algunas de las especies presentes en esta zona de Chile.
El desierto de Mojave en los Estados Unidos; el desierto de Gobi en Mongolia y China; y la región Patagónica en Argentina son otras partes del mundo donde crecen plantas xerófilas.
Algunos ejemplos
Entre las especies xerófilas más conocidas, podemos mencionar a aquellas que forman parte del género Aloe. Se trata de plantas suculentas con una gran capacidad de almacenamiento de agua, una particularidad que les brinda la chance de perdurar un periodo extenso en el marco de una sequía. El aloe vera es una de estas especies xerófilas.
El olivo, fuente de la popular aceituna, es un árbol xerófilo
Otra especia destacada es el algarrobo, un árbol que puede alcanzar los 10 metros y sus hojas son perennes. Esta planta xerófila destaca principalmente por su fruto, la denominada algarroba, una vaina que en su madurez se torna castaño oscuro aunque en un principio es verde. La pulpa de la algarroba es dulce y muchos animales la comen de forma natural. El ser humano debe tener cuidado de no morder las semillas, ya que son demasiado duras para sus dientes.
También podemos mencionar el olivo, conocido en el habla cotidiana como aceituno. Es un árbol perennifolio, cuya altura puede alcanzar los 15 metros y su tronco tiene un aspecto relativamente desviado del eje central. Su fruto no necesita presentación, sobre todo en países como España, donde la aceituna es una fuente indiscutida de ingresos económicos. Así como el aloe vera sirve para cuidar la piel y curar heridas, contar con un olivo en el jardín asegura aceitunas caseras todos los años.
