La psicología es la disciplina que investiga sobre los procesos mentales de personas y animales. La palabra proviene del griego: psico- (actividad mental o alma) y -logía (estudio). Esta disciplina analiza las tres dimensiones de los mencionados procesos: cognitiva, afectiva y conductual.
La psicología moderna se ha encargado de recopilar hechos sobre las conductas y las experiencias de los seres vivos, organizándolos en forma sistemática y elaborando teorías para su comprensión. Estos estudios permiten explicar su comportamiento y hasta en algunos casos, predecir sus acciones futuras.
A aquellas personas que desarrollan el estudio de la psicología se las denomina psicólogos, quienes analizan el comportamiento de los seres vivos desde un enfoque científico. Sigmund Freud, Carl Jung y Jean Piaget son considerados como algunos de los psicólogos pioneros.
Metodología de estudio de la psicología
La metodología de estudio de la psicología se divide en dos grandes ramas: la que entiende esta disciplina como una ciencia básica (también denominada experimental) y emplea una metodología científica-cuantitativa (contrasta hipótesis con variables que pueden cuantificarse en el marco de un entorno de experimentación), y otra que busca comprender el fenómeno psicológico mediante metodologías cualitativas que enriquezcan la descripción y ayuden a comprender los procesos.
Existen muchas corrientes psicológicas, pero seguramente la escuela de la psicología más conocida es la cognitiva, que estudia el acto de conocimiento (la forma en que se comprende, organiza y utiliza la información recibida a través de los sentidos). Así, la psicología cognitiva estudia funciones como la atención, la percepción, la memoria y el lenguaje.
Teoría y aplicaciones
La psicología puede dividirse en psicología básica (su función es generar nuevos conocimientos respecto a los fenómenos psicológicos) y psicología aplicada (tiene como objetivo la solución de problemas prácticos a través de la aplicación de los conocimientos producidos por la psicología básica).
Por otro lado, es necesario aclarar que la psicología es una ciencia en constante desarrollo: dados los condicionantes sociales y morales, va transformándose en base a la madurez de las sociedades a lo largo del tiempo. En la actualidad, la psicología se segmenta en varias ramas, las cuales se encuentran conectadas en tanto y en cuanto intentan dar respuesta a lo mismo: el por qué de las acciones y los efectos que las experiencias puedan tener en un ser vivo o grupo para condicionar su existencia.
En su intención de incidir positivamente en la salud mental, la psicología ofrece diferentes tipos de terapias, generalmente vinculadas a las distintas corrientes o ramas. A nivel general, estos tratamientos reciben el nombre de psicoterapias.
El psicoanálisis, por ejemplo, es una terapia que apunta a explorar el inconsciente del paciente mediante la técnica de la asociación libre. En la terapia psicoanalítica, los psicoanalistas también recurren al estudio de los actos fallidos y apelan a la interpretación de los sueños.
La terapia cognitivo-conductual aspira a modificar actitudes, pensamientos y comportamientos perjudiciales mediante diversos procedimientos y estrategias. La terapia Gestalt, que está clasificada como una terapia humanista, busca que el paciente se libere de bloqueos emocionales, enfocándose en el presente y considerando a la persona como un todo en su vínculo con el ambiente.
Combatir el estrés y la depresión, controlar la ansiedad y mejorar la autoestima son algunas de las metas que puede plantearse una terapia. Es importante mencionar que la intervención psicológica puede llevarse a cabo tanto de manera individual como colectiva (como en el caso de la terapia de pareja, la terapia familiar o la terapia de grupo).
Ramas de la psicología
La psicología fisiológica es la rama de esta ciencia que se dedica a estudiar el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. La psicología experimental, en tanto, estudia la percepción y la memoria utilizando para ello técnicas de laboratorio específicas que ayuden al discernimiento de la conducta humana en este aspecto.
Se llama psicología social a la rama que se encarga de analizar las influencias que marca el entorno social sobre un individuo, las cuales se estudian a partir de las reacciones que ese individuo tiene frente a las experiencias que le acontecen. Psicología industrial es la parte de la psicología que estudia el entorno laboral de un grupo de trabajadores e intentan hallar formas de comprender lo que puede ser nocivo dentro de la actividad que se desarrolla, buscando soluciones a esos problemas.
Psicología clínica, por otro lado, se llama la rama que se encarga de estudiar y ayudar a aquellas personas que tienen inconvenientes para enfrentar su vida normalmente, como consecuencia de un trastorno mental o una afección particular.
La psicología evolutiva o psicología del desarrollo analiza cómo las personas van cambiando a medida que avanza su vida, mientras que la psicología educativa estudia los cambios asociados específicamente al vínculo entre el individuo y las instituciones educativas.
La neuropsicología, asimismo, surge por la combinación de la neurología y la psicología propiamente dicha. La psicología de la personalidad, por su parte, examina cómo varía el modo de ser en cada sujeto.
La psicología conductual (centrada en cómo el entorno influye en el comportamiento individual), la psicología humanista (que observa a la persona de una forma global) y la psicología positiva (orientada al estudio de las virtudes, las fortalezas y el bienestar) son otras ramas de la psicología.
Espíritu y subjetividad
En conclusión, la psicología puede entenderse como la ciencia que se ocupa de atender cuestiones que atañen al espíritu y a la forma de sentir de un individuo o un pueblo, considerando sus aspectos morales y la forma en la que se desenvuelven con el entorno.
Dicho de otro modo, se centra en el estudio de la vida subjetiva y de las relaciones que se establecen entre el aspecto psíquico y físico de los individuos (sentimientos, ideología, reacciones, tendencias, instintos, etc.).
Palabra de experto
El español Pedro Hoyos (psicólogo colegiado M-35716) se graduó en Psicología por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y cuenta con una maestría en Psicoterapia Psicoanalítica por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Además es Experto Universitario en Fundamentos de Filosofía por la Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO) y Experto en Psicodiagnóstico a través de Pruebas Proyectivas por el Colegio de la Psicología de Madrid.
Conversamos con Pedro acerca de distintas cuestiones vinculadas a la labor de un profesional de la psicología:
– ¿Cuáles son las claves para desarrollar una relación psicólogo-paciente que sea fructífera o enriquecedora?
La construcción de un vínculo sólido entre el paciente y el psicoterapeuta sería el cimiento desde el que poder trabajar en terapia. El vínculo ofrece sostén para afrontar un mínimo de angustia, si fuera necesario, y confianza para dejarnos ayudar. Pero, además, el psicoterapeuta debe dominar una teoría lo suficientemente consistente, y él mismo debe estar lo suficientemente trabajado a nivel psicológico para ser capaz de reconocer al paciente y no proyectar en él sus propios fantasmas personales. En resumen, tres claves imprescindibles: construcción de un vínculo sólido, teoría consistente y trabajo personal duro.
Pedro Hoyos
– ¿Cómo se construye un espacio de confianza en la psicoterapia?
Me gusta la pregunta porque lleva implícita una premisa con la que estoy de acuerdo: la confianza no viene dada, se construye. Lo único que podemos pedir al paciente de inicio es que se den y nos den una oportunidad de construirla juntos. ¿Cómo? Pues demostrando que somos confiables, con el ejemplo. Demostrando que tenemos formación adecuada, que somos capaces de escuchar y ayudar en el sufrimiento que el paciente puede traer a consulta. Y que, además, admitimos nuestros límites y, si cometemos algún error, tenemos la capacidad de reconocerlo. Al tiempo, invitamos al paciente a hacer su parte y responsabilizarse de su proceso.
Pedro Hoyos
– De acuerdo a tu experiencia, ¿qué malestares psicológicos son los más frecuentes en la actualidad? ¿A qué factores o motivos atribuyes esa tendencia?
En las últimas décadas vemos muchas más personas que antes con crisis de identidad, para que se entienda y explicado de forma muy sencilla: personas fijadas en una adolescencia muy complicada y, a veces, muy sufrida. Las personas con una estructura de personalidad no consolidada pueden verse aquejadas por multitud de síntomas descontrolados: impulsividad, disforias, autolesiones, suicidio, dificultad severa para confiar y crear vínculos significativos, o dificultad severa para asumir responsabilidades. Cualquier sufrimiento psicológico está sobredeterminado por multitud de vivencias, pero un criterio clave en esta crisis sin precedentes de salud mental es el derrumbe de la autoridad en las sociedades occidentales. Este derrumbe ha producido una severa crisis en las instituciones que antaño sostenían, para bien y para mal, al sujeto. Principalmente: la familia, la educación, la tradición, la patria y la religión.
Pedro Hoyos