Un acelerómetro es un dispositivo que permite realizar la medición de la aceleración. Se llama aceleración, en tanto, al acto y resultado de acelerar y a la magnitud que hace referencia al cambio de la velocidad en una unidad de tiempo.
Cabe destacar que acelerar es la acción que se desarrolla para incrementar la velocidad. Se denomina velocidad, por otra parte, a la magnitud que revela la distancia recorrida por un cuerpo en una unidad temporal.
En resumen, acelerar algo (un automóvil, por ejemplo) implica aumentar su velocidad. Así se logra que aquello que se aceleró se mueva más rápido, recorriendo más metros en menos tiempo. El acelerómetro, en este marco, es el instrumento que puede medir la aceleración.
Cómo funciona un acelerómetro
Al acelerómetro también se lo menciona como sensor de aceleración. Esto se debe a que, justamente, consiste en un sensor que mide cuánto se acelera o desacelera algo.
Para cumplir con su función, el acelerómetro se basa en la aceleración que se aplica sobre una masa situada en equilibrio entre muelles. Dicho proceso genera vibraciones en la masa.
Al vibrar, pues, la masa comprime un material piezoeléctrico y se produce una carga eléctrica. De este modo puede registrarse el nivel de vibraciones generadas por el desplazamiento.
Dicho de otra manera: la aceleración provoca que la masa realice la compresión del material piezoeléctrico, produciendo una carga eléctrica que resulta proporcional a la fuerza que se ejerce. Como la carga es proporcional a la fuerza y la masa es constante, la carga a su vez es proporcional a la aceleración.
Usos del dispositivo
Lo habitual es que el acelerómetro se emplee en vehículos pesados como aviones o trenes y en diferentes máquinas. Su utilización no es tan habitual en los automóviles, aunque puede ayudar a analizar qué tan eficaces son los frenos, por ejemplo.
En los autos modernos, el acelerómetro puede estar vinculado al airbag. Un coche que frena de golpe y con brusquedad registra una fuerte desaceleración; cuando el sensor detecta este cambio, puede transmitir la información para que se despliegue el airbag de forma casi inmediata.
Por otra parte, un acelerómetro, al monitorear las vibraciones de una máquina, puede brindar datos valiosos sobre el estado de sus elementos giratorios. Otra posibilidad es realizar una prueba estructural con el acelerómetro para descubrir, a partir de las vibraciones, las condiciones de seguridad de un tanque, una turbina o un motor.
El acelerómetro en el teléfono
Los teléfonos inteligentes, conocidos en inglés como smartphones, presentan varios sensores. Uno de ellos es el acelerómetro, que se usa para la medición del cambio de velocidad por el movimiento o por la gravedad.
Con el acelerómetro, el teléfono puede “percibir” una modificación de su orientación o de su posición. Habitualmente los celulares o móviles cuentan con un acelerómetro de tres ejes, identificando de esta manera la orientación del equipo respecto a la superficie terrestre.
Es importante no confundir el acelerómetro con el giroscopio. Mientras que el acelerómetro mide la aceleración, el giroscopio estudia la orientación espacial. Para esto recurre a un rotor (un disco que rota libremente), ubicado en un eje giratorio que se instala en el centro de una rueda. En el teléfono, acelerómetro y giroscopio se complementan.