Advocación es el amparo, el resguardo y la defensa de un pueblo o de una entidad por parte de un santo o de una divinidad. La etimología del término nos lleva al vocablo latino advocatĭo.
Por ejemplo: “El fundador de la ciudad puso a la localidad bajo la advocación de San Marcos”, “Esta escuela está protegida por la advocación de la Madre María”, “El templo debe su denominación a la advocación de Nuestra Señora de la Merced”.
La advocación como celebración
La idea de advocación también se utiliza para nombrar a la celebración que se lleva a cabo en homenaje a una figura religiosa. Esta intención conmemorativa además puede plasmarse a través de una entidad que toma el nombre de la divinidad en cuestión.
Es habitual que una ciudad o una nación dispongan de una virgen protectora o de un santo patrono. Dicha advocación obedece a la intención de obtener amparo por parte de la entidad religiosa.
La noción de advocación, por otra parte, se utiliza con referencia a un periodo particular de la existencia del individuo divino o al momento exacto en que hizo su aparición en un determinado lugar. Por extensión, se habla de advocación respecto a las imágenes de la divinidad y a los días particulares en que se le rinde tributo.
La Virgen María
Es importante conocer, además de todo lo señalado, que existe también la advocación mariana. Este término se emplea para hacer referencia a todo tipo de atributos, características, dones o incluso apariciones que tienen que ver con la Virgen María, la madre de Jesús.
En concreto, podemos determinar que se vienen a establecer dos tipos fundamentales de advocaciones marianas:
- Las terrenales, que se refieren a las apariciones que se considera que la Virgen ha realizado en la Tierra y dan lugar a la construcción y puesta en pie de santuarios, capillas e iglesias en su honor. Así, por ejemplo, nos topamos con templos como el de Covadonga, en la población del mismo nombre; el del Pilar, en Zaragoza, y el de Veracruz, en México, por ejemplo.
- Las advocaciones marianas místicas. En este caso, hacen referencia a los fenómenos sobrenaturales o misterios y actos que giran en torno a la citada figura.
Precisamente todo lo expuesto es lo que ha dado lugar a la existencia de una larga lista de nombres para mujer que utilizan como primer sustantivo el de María. Ejemplos son María Dolores, María del Carmen, María de Lourdes, María de las Mercedes… Estos nombres que se basan a su vez en advocaciones de la Virgen parten de la idea de nombrar a la madre de Jesús simplemente de otra manera.
Advocación en la abogacía
En la antigüedad, por último, advocación se empleaba como sinónimo de abogacía.
A partir de este significado, se asocia la advocación a la protección o la tutela: “El proyecto se lleva a cabo con la advocación del Consejo Superior de las Artes”, “Sin la advocación del secretario técnico, este proyecto no prosperará”.