Un aeropuerto es una estación o terminal situada en un terreno llano que cuenta con pistas, instalaciones y servicios destinados al tráfico de aviones. Los aeropuertos permiten el despegue y el aterrizaje de aviones de pasajeros o de carga, además de proveerles combustible y el mantenimiento.
Los aeropuertos más importantes presentan varias pistas pavimentadas de más de un kilómetro de extensión, calles auxiliares, depósitos, hangares de mantenimiento, terminales de embarque y plataformas de estacionamiento. Existen, de todas formas, aeropuertos más pequeños cuyas pistas han sido delimitadas sobre la tierra misma.
El centro de control de área es uno de los sectores más importantes de un aeropuerto. Allí se desempeñan los controladores del tráfico aéreo, que deben dirigir y gestionar el movimiento de las aeronaves para evitar choques y demás accidentes.
Construcción de un aeropuerto
La construcción de un aeropuerto es compleja y debe atender diversos factores. Las condiciones meteorológicas de la región en la que se sitúan son determinantes ya que los aviones deben tener particular cuidado con los vientos a la hora de despegar o aterrizar. Es habitual que los aeropuertos se construyan alejados de los centros urbanos, por motivos de seguridad.
Más allá de la seguridad del tráfico aéreo en sí mismo (para evitar que los aviones colisionen o se precipiten a tierra), los aeropuertos deben atender otras cuestiones, sobre todo en lo referente al movimiento de pasajeros. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, la seguridad de los aeropuertos se ha reforzado considerablemente para evitar que nuevos grupos terroristas se apoderen de los aviones en pleno vuelo y los utilicen como armas. El control del equipaje también se ha vuelto más estricto y meticuloso, con nuevos y más avanzados detectores que analizan en detalle el contenido de las maletas.
Terminales más avanzadas
Aeropuerto Internacional de Kansai, Osaka (Japón)
Como suele ocurrir con las creaciones japonesas, este aeropuerto sorprende desde el principio por el ingenio y el peculiar aprovechamiento de los recursos que fueron necesarios para su construcción, ya que se sostiene sobre una isla artificial, comunicada con tierra a través de un puente de 3 kilómetros de extensión.
Su tecnología antisísmica proporciona a la estructura un grado de seguridad muy necesario en el país del sol naciente, tan a menudo castigado por la naturaleza y forzado a reconstruirse. Durante los fuertes terremotos de los años 1995 y 1998, que se cobraron miles de víctimas y dejaron tras de sí lamentables destrozos, el aeropuerto se mantuvo intacto.
Terminal T4 de Barajas, Madrid (España)
Se trata de una de las construcciones de mayores dimensiones en la historia del continente europeo, así como una de las más costosas. Además, es un aeropuerto que muestra un compromiso con el medio ambiente, dado que promueve el ahorro de energía eléctrica a través de la incorporación de paneles solares. El arquitecto responsable de esta creación es Richard Rogers, oriundo de Florencia (Italia), y su trabajo le valió el Premio Stirling.
Su construcción tomó más de nueve años y se abasteció de una inversión superior a los 6 millones de euros. La terminal se extiende sobre una superficie mayor a 785 mil metros cuadrados y es capaz de servir a más de 70 millones de pasajeros. Gracias a sus numerosas innovaciones y sus sofisticadas estructuras, este aeropuerto se encuentra entre los más prestigiosos del mundo.
Aeropuerto de Pudong, Shangai (China)
Se inauguró en 1999 con el propósito de sustituir al antiguo aeropuerto internacional de la misma ciudad. Se trata de un gran aeropuerto, capaz de alojar a más de 80 millones de pasajeros. Fue creado por el arquitecto Paul Andréu, originario de Francia.
Entre las comodidades que ofrece el aeropuerto de Pudong se encuentra un tren comercial que conecta su terminal con el centro de la ciudad, trayecto que recorre a una velocidad máxima de 431 kilómetros por hora.