El término afección procede de affectĭo, un vocablo de la lengua latina. Su uso más habitual se asocia a una enfermedad o a un trastorno de la salud.
Por ejemplo: “El músico fue hospitalizado por una afección en los pulmones”, “Existen afecciones crónicas que no pueden curarse, pero sí tratarse”, “Es importante saber cómo actuar con una persona que sufre una afección cardiaca”.
La afección como alteración fisiológica o psicológica
Una afección, en este sentido, es una modificación del estado fisiológico o psicológico que se considera normal o saludable en una persona. Las afecciones se pueden advertir a través de sus síntomas y por lo general requieren de ciertas acciones para su tratamiento.
De acuerdo a sus características, las afecciones pueden calificarse de distinto modo. Una afección renal, por citar una posibilidad, es una enfermedad o un inconveniente que afecta a un riñón. Las afecciones psicosomáticas, por otra parte, son aquellas que tienen una causa psíquica pero consecuencias físicas (como cuando a un sujeto le sube la presión arterial debido al estrés).
Trastornos frecuentes en los neonatos
A lo largo de las primeras semanas de vida de un ser humano, hay ciertas afecciones que se presentan con bastante frecuencia, y es importante conocerlas todas para saber cuándo debemos preocuparnos y llamar al pediatra.
Así como nos ocurre cuando tratamos con otras especies, el hecho de que los bebés no puedan indicarnos con precisión qué les ocurre suele ser desesperante. A continuación se presentan algunas de ellas.
Distensión abdominal
Si bien es normal que el abdomen de los bebés tenga un aspecto voluminoso, sobre todo luego de las tomas abundantes, nunca debería estar duro. Por eso, si advertimos este síntoma junto con una hinchazón, y vemos que no va de cuerpo durante más de un día o que vomita más de lo normal, es momento de pedir ayuda profesional. El diagnóstico puede señalar un mero problema de estreñimiento o gases, o bien apuntar a una complicación intestinal.
Lesiones en el parto
Otra afección muy común de los bebés tiene su origen en el propio parto, especialmente cuando dura mucho tiempo o presenta demasiadas complicaciones, algo que también puede agravarse si el niño es muy grande. Algunas de estas lesiones son leves, y desaparecen en poco tiempo sin dejar rastros; sin embargo, también puede ocurrir la rotura de una clavícula, por ejemplo, y en este caso sí es necesario acudir a la consulta médica.
Síndrome del bebé azul
Los pies y las manos de los bebés recién nacidos pueden mostrar ciertas zonas ligeramente azuladas, y en la mayoría de los casos esto no deriva en ningún problema, sino que puede deberse a la baja temperatura y desaparecer en cuanto el cuerpo se calienta. Del mismo modo, cuando el niño llora sin descanso durante largos períodos, sus labios, su lengua y parte de su rostro también pueden adquirir una tonalidad azulada y volver a la normalidad una vez acabado el llanto. Las preocupaciones deberían comenzar cuando el azul no cede y viene acompañado de dificultades para comer o respirar, potenciales signos de una afección al corazón o los pulmones.
Otros usos del término afección
Afección también puede ser la acción que genera algún efecto en otra cosa. Dicho de otro modo: hay algo que afecta a otra cosa. Supongamos que las autoridades de una ciudad anuncian que, con el objetivo de mejorar la infraestructura vial, se realizarán obras que exigirán interrumpir el tráfico vehicular en ciertos periodos. El gobierno informa, en este marco, que el horario de afección al tránsito en la zona céntrica será de 18 a 20 horas durante dos semanas.
El apego y la inclinación hacia algo son otras cuestiones aludidas por el concepto de afección, de acuerdo a lo señalado por el diccionario de la Real Academia Española (RAE).