Se denomina agronomía a los saberes y las técnicas que permiten el desarrollo de cultivos. Se trata de una disciplina que, basándose en datos de diferentes ciencias, contribuye a la explotación de la ganadería y la agricultura.
La finalidad de la agronomía es optimizar los procesos que posibilitan obtener y transformar productos agropecuarios. Para esto se dedica a analizar diferentes cuestiones vinculadas a la biología, la química, la física, la sociología y la economía que, de una forma u otra, inciden sobre los diferentes procesos de producción.
Otro nombre por el que se conoce la agronomía es ingeniería agronómica, que también puede servir para denominar la carrera que se estudia en la facultad. Aunque el interés por estos conocimientos puede surgir en personas de cualquier origen, es común que las personas que nacen y se crían en el campo escojan este camino para poder heredar el negocio familiar y continuar haciéndolo crecer con las técnicas y los recursos más relevantes.
Objeto de estudio y utilidad de la agronomía
Suele decirse que la agronomía estudia los agroecosistemas: modelos de intervención humana sobre la naturaleza para obtener materias primas. Ese trabajo del hombre supone la aplicación de conocimientos teóricos y de tecnología para cumplir con sus objetivos.
Los especialistas en agronomía se conocen como agrónomos. Entre sus tareas, se encuentran incrementar la productividad del suelo, mejorar las características de las plantas y favorecer la cría de ganado. Aunque el planeta Tierra era perfecto antes de nuestra llegada, hemos explotados sus recursos a un punto tal que parece no dar abasto. Si el ser humano controlase su natalidad para evitar la sobrepoblación, como hacen todas las demás especies, no sería necesario aplicar tratamientos artificiales al suelo para llevar a cabo las tareas propias de la agricultura.
Diferencias entre las ciencias aplicadas y las ciencias formales
Entre la ciencia y la agronomía existe una relación imprescindible. Antes de continuar es necesario establecer la diferencia entre las ciencias aplicadas y las formales: las primeras engloban todas las aplicaciones del conocimiento científico con el objetivo de hallar la solución a problemas prácticos, basándose en tantas áreas como sea necesario; las ciencias formales, por su parte, se dedican al estudio de los procesos matemáticos y lógicos por medio del método deductivo, es decir, a todo lo que no forme parte del mundo natural y tangible.
Teniendo en cuenta dicha distinción, es fácil comprender que la ganadería y la agricultura son ciencias aplicadas, ya que pueden llevarse a cabo a través del uso de conceptos pertenecientes a varias ciencias. La agronomía engloba todos estos conocimientos, necesarios para la producción de bienes partiendo de recursos hallados en la naturaleza o creados por el propio ser humano.
El crecimiento exponencial que ha tenido lugar en las actividades agropecuarias en las últimas décadas hace cada vez más necesario el uso de la tecnología para hacer frente a problemas tales como los grandes volúmenes de producción que demanda el mercado, pero también para promover un mayor cuidado de la salud de los obreros: el trabajo en el campo es muy duro, tanto por los esfuerzos físicos como por la duración de las jornadas, y por eso la maquinaria especializada es tan beneficiosa.
El barrio de Agronomía
En la Ciudad de Buenos Aires (Argentina), Agronomía es el nombre de un barrio. Su denominación se debe a que en su superficie de poco más de dos kilómetros cuadrados se encuentra la sede de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires.
En Agronomía viven cerca de 14.000 personas. Una de las principales características del barrio es que alberga las instalaciones de diversas entidades deportivas, destacándose la presencia del Club Comunicaciones. El escritor Julio Cortázar (1914-1984), por su parte, vivió en Agronomía y hoy una calle lo recuerda con su nombre.