Alboroto procede de alborotar, un verbo que alude a la acción de trastornar, turbar, molestar, aturdir o alterar. Un alboroto, por lo tanto, puede ser un desorden, un disturbio o una revuelta.
Por ejemplo: «El ingreso de un joven con una pancarta generó alboroto en la conferencia», «Cuando el animal escapó de su jaula, se produjo un gran alboroto en el zoológico», «El alboroto fue causado por el anuncio del gerente, quien anunció que no se pagarían los salarios hasta la próxima semana».
La idea de alboroto suele vincularse al griterío, la bulla o el ruido que genera un sujeto o un grupo de individuos: «No me gusta este restaurante porque siempre hay alboroto», «¿Podrías terminar con el alboroto, por favor? Estoy tratando de estudiar», «No puedo dormir con tanto alboroto: espero que los vecinos concluyan su fiesta a la brevedad».
Supongamos que, en un bar, hay solo una mesa ocupada con dos personas que conversan. Dicha conversación no se escucha a un par de metros de distancia. Una hora después, en el bar hay cincuenta personas, todas hablando de manera simultánea. El sonido de todas las voces acumuladas causa alboroto: cada individuo tiene que elevar la voz para lograr que su interlocutor lo escuche, aportando a la vez más ruido al ambiente.
Dentro del ámbito cultural, nos encontramos con distintas obras que llevan en sus títulos el término que ahora nos ocupa. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, al cuento infantil «Alboroto en la granja», que fue publicado en el año 2008 y que es obra de Stephen Cartwright.
De la misma manera, también está el libro «Alboroto en el guayabal», que está escrito por la autora angloindia Kiran Desai. Cuenta la historia de Sampath Chawla, un joven que es mal estudiante y que parece que no tiene ningún objetivo en la vida, se dedica a ver pasar el tiempo. Sin embargo, un día sube a un árbol para reflexionar y alejarse de los demás lo que le permite conocer un sinfín de aspectos de la vida de sus vecinos.
Lo que sucederá es que, de pronto, se encontrara encima del guayabal habiéndose convertido en una especie de sabio al que las gentes de la zona acuden a consultarle sus problemas.
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), el concepto de alboroto también se emplea en algunos países con referencia a las rosetas de maíz (conocidas como palomitas de maíz, pochoclos o pororós según la región) que llevan miel o azúcar.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que Alboroto es el nombre de un grupo musical de Sevilla. Está especializado en flamenco y lo que hace es llevar a cabo las versiones flamencas o rumberas de canciones muy conocidas.
Los fieles seguidores de videojuegos y en concreto de Pokémon saben que alboroto es también como se da en llamar un movimiento de sonido que se introdujo en la tercera generación. No genera ningún tipo de daño y no sirve para combatir sino simplemente para despertar a los rivales.