Alumno es un concepto que proviene de alumnus, un término latino. Esta palabra permite nombrar al estudiante o al aprendiz de una cierta materia o de un maestro. Un alumno, por lo tanto, es una persona que está dedicada al aprendizaje.
Por ejemplo: “Esta escuela tiene más de doscientos alumnos”, “Fui alumno de Jorge Escribel, un historiador que ahora vive en Alemania”, “Cuatro alumnos del Colegio San Lisandro fueron detenidos por golpear a un anciano”.
Tipos de alumnos
La noción de alumno puede utilizarse en referencia a quienes están cursando una cierta carrera: “Mario es alumno de Sociología”, “El equipo universitario de básquetbol está compuesto tres alumnos de Ingeniería y dos de Arquitectura”. El concepto también se emplea respecto a quienes asisten a un determinado centro educativo: “Fui alumno del Instituto Azul hasta los trece años, después me cambié de colegio”, “Me gustaría que mi hija sea alumna de esta escuela”.
Según su vínculo con la institución educativa o con la materia en estudio, es posible calificar al alumno de distintas maneras. Un alumno regular, estable u oficial es aquel que asiste con regularidad a un centro educativo y cumple con diversos requisitos para acceder a esa condición (nivel académico, asistencia a clase, etc.). Si el alumno no acude a clases pero rinde exámenes en la institución para conseguir un título, se habla de alumno libre.
Las obligaciones específicas de cada tipo de alumno son claramente diferentes, aunque en ambos casos coincide la exigencia de superar un cierto número de exámenes por período para obtener la aprobación y pasar al siguiente curso, o bien finalizar su paso por la institución y recibir el título correspondiente.
Estudiantes regulares vs. libres
Un alumno regular debe asistir al centro educativo varias veces a la semana a una hora definida desde el principio. El incumplimiento de cualquiera de estas dos condiciones acarrea una sanción, que puede manifestarse en la acumulación de ausencias o registros de impuntualidad hasta alcanzar el máximo permitido y dar lugar a una expulsión o una suspensión, entre otras posibles consecuencias.
Tan sólo esta barrera inicial marca una diferencia considerable e imposible de ignorar entre el alumno regular y el libre, porque este último no debe respetar horarios ni llevar a cabo sus estudios en ciertos días determinados, sino que solamente se le exige su presencia en las fechas de exámenes. Como si esto fuera poco, además de asistir a clase, el alumno regular debe permanecer en el instituto hasta que finalicen todas las lecciones cada día, de manera que si necesita marcharse más temprano debe presentar un documento que lo justifique o también recibirá una sanción.
Los alumnos en la actualidad
En la educación tradicional, tanto en la obligatoria como en la opcional, no basta con desear estudiar en una escuela o facultad determinadas para conseguirlo: de acuerdo con el reglamento de cada instituto, el postulante deberá atravesar una etapa de evaluación académica y psicológica para obtener una plaza, la cual podrá mantener hasta que cometa una falta como las mencionadas anteriormente u otras más graves, como los actos de vandalismo o violencia.
Pero en los últimos años la educación se ha vuelto cada vez más flexible y accesible a todo el mundo, en gran parte gracias a las posibilidades que nos brinda Internet. Hoy en día, la línea que divide los conceptos de alumno regular y libre son más delgadas que antes, ya que es posible estudiar a distancia debiendo cumplir obligaciones tales como horarios y permanencia.
Seguidores y discípulos
La idea de alumno también puede aplicarse al discípulo o seguidor de un experto o un artista.
En este caso, el proceso de aprendizaje/enseñanza puede desarrollarse con mayor o menor formalidad: “Soy artista plástico y tengo cinco alumnos a quienes les doy clases particulares”.