Amaranto es el nombre genérico de las especies que pertenecen al grupo familiar de las amarantáceas. La etimología del concepto procede de un vocablo griego que alude a aquello que nunca se marchita.
Este género refiere a plantas que disponen de un tallo de grosor considerable, con hojas de tipo oblongo y flores que, de acuerdo a la variedad, pueden tener distintos colores. La altura de los amarantos, nativos de India, puede superar el metro y medio.
El amaranto se caracteriza por su resistencia. Puede crecer en regiones húmedas donde se registran numerosas precipitaciones, pero también en zonas secas. Por sus usos alimenticios, se trata de una planta cultivada en todo el mundo.
Historia del amaranto
Hace miles de años, las culturas precolombinas del continente americano ya usaban el amaranto en diversas preparaciones gastronómicas, como uno de los productos más importantes de su alimentación, al mismo nivel del frijol y el maíz, en gran parte gracias a su rico contenido en proteínas. Con los granos de amaranto se hacía harina para la elaboración de tortillas y panes. Además se utilizaban a modo de cereal.
Por sus propiedades, el amaranto era empleado como energizante y alimento curativo. Ciertos pueblos además lo incluían en rituales y hasta lo consideraban sagrado: por eso se encontraba entre los productos que colocaban en las tumbas de sus muertos. Ante esta situación, los europeos que llegaron a América prohibieron su cultivo y consumo, en un intento de alejar a los pobladores del paganismo y convertirlos al catolicismo.
El cultivo de la semilla del amaranto, por lo tanto, data de épocas remotas; en algunos casos, de varios milenios atrás. Las propiedades medicinales de esta planta son muy importantes, ya que por siglos han sido aprovechadas para tratar varios trastornos de la salud.
Propiedades medicinales
Algo digno de destacar es que en los últimos tiempos la ciencia ha confirmado la validez de las propiedades curativas que durante siglos y milenios han sido adjudicadas al amaranto, y por esa razón mucha gente continúa aprovechándolas. Además de ser una buena fuente de proteínas, también contiene calcio, hierro, vitaminas naturales (A, B, B1, B2, B3 y C), ácido fólico, niacina, fósforo y aminoácidos (entre los que se encuentra la lisina).
Algunas de sus aplicaciones medicinales incluyen el tratamiento contra la diarrea, para lo cual se puede preparar una infusión, o bien la prevención del sobrepeso, gracias a su contenido rico en fibra. Por otro lado también puede resultar beneficioso en pacientes de enfermedades tales como la hipertensión arterial, el cáncer de colon, la osteoporosis, la encefalopatía hepática, la insuficiencia hepática, el estreñimiento y la insuficiencia renal crónica.
Si lo comparamos con el arroz, uno de los productos alimenticios más importantes del planeta, podemos decir que lo duplica en contenido proteínico. También supera al trigo en este mismo campo, con un 80% más de proteínas. Con respecto a la cantidad de aminoácidos, posee el triple que el maíz.
Preparaciones con amaranto
Una de las preparaciones con amaranto que aún es popular es la alegría, un dulce típico del estado mexicano de Morelos. Este dulce se elabora con semillas de amaranto y azúcar o miel, tostando las semillas para que se inflen. Una vez mezcladas con el azúcar o la miel, se les da forma con moldes.
El denominado cereal de amaranto o amaranto reventado puede usarse de muchas formas dentro de la industria alimentaria. La demanda de este producto crece día a día en diferentes ámbitos, que van desde el consumo general hasta el mercado naturista. Incluso hay movimientos de apoyo social que usan derivados de este alimento. Con respecto al formato de venta, el amaranto reventado puede ofrecerse en costales para ser distribuido a granel o bien en paquetes previamente pesados y sellados.