Amortiguador

Un amortiguador es aquello que amortigua: es decir, que propicia que algo se vuelva menos intenso, fuerte o enérgico. En este caso, amortiguador se utiliza como adjetivo (ejemplo: «Éste es el componente amortiguador de la máquina«).

Dispositivo de vehículos

Se llama amortiguador al dispositivo que permite minimizar y compensar las consecuencias de movimientos violentos, sacudones y choques en máquinas mecánicas. A diferencia de lo expresado en el párrafo anterior, aquí el término se usa como sustantivo (ejemplo: «El problema del coche se debía a un desperfecto en el amortiguador»).

Los amortiguadores son piezas esenciales de medios de transporte como los automóviles, los camiones, las camionetas y las motocicletas, ya que protegen al resto de los componentes del vehículo, al conductor y a los pasajeros de impactos y vibraciones.

Integrados al sistema de suspensión, los amortiguadores se ubican entre las ruedas y el chasis y contribuyen al control de los movimientos. En el marco de su funcionamiento, convierten la energía cinética en energía térmica.

Gracias a los amortiguadores, el vehículo presenta mejor adherencia a la superficie, acorta la distancia de frenado, es más estable en las curvas y ofrece mayor bienestar al circular ya que las irregularidades de la vía son absorbidas por estos dispositivos.

Características generales

Construcción: los amortiguadores suelen consistir en un cilindro lleno de un fluido hidráulico o gas a presión. Dentro del cilindro se encuentra un pistón que se desplaza hacia arriba y hacia abajo en respuesta a los movimientos de la suspensión. El pistón está conectado a un vástago que se extiende hacia el exterior del amortiguador y se sujeta al chasis del vehículo;
Absorción de impactos: cuando el vehículo pasa por baches, irregularidades del camino u otras perturbaciones, los amortiguadores actúan para absorber y disipar la energía generada por estos impactos. El pistón comprime el fluido o gas dentro del cilindro, lo que reduce la velocidad de movimiento del vástago y disipa la energía cinética;
Control de rebote y oscilación: los amortiguadores también controlan el rebote y la oscilación excesiva de la suspensión. Después de absorber un impacto, el amortiguador se encarga de devolver la suspensión a su posición original de manera controlada y gradual, evitando oscilaciones indeseadas;
Ajustabilidad: algunos amortiguadores ofrecen características de ajuste que permiten al conductor adaptar la firmeza o suavidad de la suspensión. Estos modelos pueden tener diferentes configuraciones para condiciones de conducción deportiva o más cómoda, brindando al usuario la capacidad de personalizar la experiencia de manejo;
Mantenimiento: los amortiguadores están sujetos a desgaste con el tiempo y deben ser revisados y reemplazados si es necesario. Se recomienda seguir el programa de mantenimiento recomendado por el fabricante del vehículo para garantizar un rendimiento óptimo de los amortiguadores y la seguridad en la conducción.

Tipos de amortiguadores

• Amortiguadores hidráulicos: son los convencionales que utilizan un fluido hidráulico para controlar el movimiento de la suspensión;
• Amortiguadores de gas: también conocidos como amortiguadores de gas presurizados, incorporan nitrógeno u otro gas bajo presión en el cilindro junto con el fluido hidráulico;
• Amortiguadores monotubo: tienen un diseño de cilindro único en el que el pistón divide el cilindro en dos secciones: una superior, llena de gas, y una inferior, llena de fluido hidráulico;


Las irregularidades del camino generan impactos que son absorbidos por el amortiguador.

• Amortiguadores bitubo: son los más comunes y se componen de dos tubos concéntricos: uno interno y otro externo. El fluido hidráulico se encuentra entre los dos tubos, y el pistón se desplaza hacia arriba y hacia abajo en el tubo interno;
• Amortiguadores electrónicos: cuentan con un sistema de control electrónico que ajusta la fuerza de amortiguación en tiempo real según las condiciones de conducción. Utilizan sensores para detectar los movimientos del vehículo y pueden adaptarse a diferentes escenarios, como una conducción suave en carreteras lisas o una conducción más firme y deportiva.