
El análisis literario requiere una lectura crítica.
El análisis literario es una evaluación que se lleva a cabo para desmenuzar y reconocer los distintos aspectos que conforman una obra de literatura. Este trabajo se realiza examinando el argumento, el tema, el discurso, el estilo y otras cuestiones referentes al texto.
Gracias al análisis literario, se puede conocer qué recursos utilizó el autor, con qué intención los empleó y qué cosas tuvo en consideración a la hora de desarrollar una determinada estructura o inscribirse en un género en particular. Al desarrollar el análisis literario podemos comprender más a fondo todo lo que se encuentra ligado a la obra y lograr un nivel de comprensión mayor.
TemasEl concepto
La noción de análisis literario se encuentra formada por dos términos que en sí mismos disponen de un sentido individual y específico. Análisis es el examen de una realidad susceptible de estudio intelectual que, a través de la distinción y la separación de sus partes, permite conocer sus elementos constituyentes y principios.
Literario, por su parte, es aquello perteneciente o relativo a la literatura. Este término, que procede del latín litterae, está vinculado al conjunto de saberes para escribir y leer bien. La literatura es un arte que tiene a la lengua como medio de expresión.
Características del análisis literario
Analizar una obra literaria es una actividad que requiere de ciertos pasos imprescindibles que, más allá de las diferencias del caso, se repiten una y otra vez al momento del análisis.
Si bien existen personas que se dedican especialmente al desarrollo e investigación de las obras, para lo cual se han preparado durante varios años, cualquier buen lector podría ser un analista en potencia si así lo desea. No obstante, se debe tener en cuenta que es una labor ardua y que requiere mucho tiempo y atención.
El primer paso de todo análisis literario es la lectura de la obra y el reconocimiento de su contexto histórico y social. A partir de entonces, hay que determinar el tema, la estructura y la forma del texto y caracterizar a los personajes (protagonistas y antagonistas) y el ambiente.
Dependiendo del tipo de texto ante el que nos encontremos, nuestro análisis tomará un rumbo u otro. De acuerdo a las demandas del trabajo, a su vez, conseguiremos una labor más compleja o superficial, siempre depende de cuáles sean los motivos que nos llevan a realizarla.

Considerar el contexto social de la obra es importante en el análisis literario.
Determinación del género, el estilo y otros rasgos
Debemos determinar, en primer lugar, el género literario y el subgénero al que pertenece la obra. Puede ser un cuento al cual se lo califique como policial o una novela de ciencia ficción, por mencionar dos posibilidades. Suele ser muy útil el establecimiento de una comparación entre la obra en cuestión y alguna otra perteneciente al mismo género, ya que existen elementos comunes que pueden ayudarnos en la interpretación del texto de nuestro interés.
Si se trata de una obra en prosa tendremos que abordar aspectos como el estilo, considerando que se trata de la manera en la que el escritor ha deseado expresarse en esa ocasión y analizando el lenguaje propio de ese autor; el ritmo narrativo, que es la velocidad a la que se desarrollan los hechos; y el punto de vista del narrador (la voz que cuenta la historia y cómo, teniendo que tener en cuenta sobre todo el grado de credibilidad que ha alcanzado según nuestro parecer).
Al terminar nuestro análisis exhaustivo, llega el momento de plasmar las conclusiones de nuestro trabajo. Lo más importante es reflejar todas las características encontradas desde diversas perspectivas. Es posible incluir también un análisis crítico y opiniones en base a lo descrito. Resulta muy interesante incluir las referencias consideradas en el estudio para asegurar la validez de nuestras conclusiones.

El análisis literario permite conocer la estructura narrativa de un relato.
Ejemplos de análisis literario
Tomemos el caso de «El túnel», una novela escrita por el argentino Ernesto Sabato. La obra es narrada por el protagonista, un hombre llamado Juan Pablo Castel. En la historia, Castel está obsesionado con María Iribarne, a quien asesina. Un análisis literario revela que la narración es subjetiva y atravesada por la obsesión de Castel. Este sujeto piensa que es el único que comprende a María y así se va sumergiendo en un aislamiento psicológico al que Sabato alude metafóricamente en el título (el «túnel» en cuestión).
Si realizamos un análisis literario de «La ciudad y los perros» del peruano Mario Vargas Llosa, encontraremos que no hay un solo narrador sino varios, dando lugar a una estructura polifónica. Esa fragmentación de la perspectiva se asocia al caos que se vive en el internado en el cual transcurre la historia. La trama del libro permite acceder a las críticas del escritor a la corrupción de los poderosos, la violencia institucionalizada y el clasismo que, según su visión, eran frecuentes en la década de 1950 en Perú.
Veamos un ejemplo de análisis literario de «El corazón delator», cuento del estadounidense Edgar Allan Poe. Construido en primera persona, se caracteriza por dirigirse de manera directa al lector, introduciéndolo en una situación de complicidad respecto al crimen cometido por el narrador protagonista. El sentimiento de culpa del asesino y su cargo de conciencia son los ejes del relato, que avanza con un ritmo frenético para reflejar la locura del criminal.
