
El análisis SWOT contribuye al crecimiento empresarial.
El análisis SWOT es una técnica que permite identificar y estudiar características internas y factores externos de un proyecto, una empresa o un individuo. Se basa en el desarrollo de una matriz cuadrada donde se van anotando los rasgos detectados.
SWOT es una sigla de la lengua inglesa que se forma con cuatro términos: Strenghts («Fortalezas»), Weaknesses («Debilidades»), Opportunities («Oportunidades») y Threats («Amenazas»). En español, esta herramienta recibe el nombre de análisis FODA o análisis DAFO.


Características del análisis SWOT
El análisis SWOT ofrece un panorama de la posición en la que se encuentra una compañía, una persona o un emprendimiento. Al recoger información sobre su situación actual, permite elaborar una planificación estratégica de acuerdo a las propiedades reconocidas.
Este instrumento analítico contribuye a la gestión empresarial y a la toma de decisiones. El diagnóstico que brinda ayuda a reconocer la ventaja competitiva de la entidad o el sujeto para aprovecharla y, a la vez, advierte acerca de sus vulnerabilidades para minimizarlas.
Como ya indicamos, el análisis SWOT tiene una doble dimensión. Por un lado lleva a cabo una observación interna, centrándose en cuestiones como los activos o recursos disponibles, la estructura, la calidad, etc. Por otro lado desarrolla una exploración externa, prestando atención al contexto. Cuando toda la información se vuelca en la matriz SWOT, es posible apreciar las potencialidades (fortalezas + oportunidades) y las limitaciones (debilidades + amenazas) del objeto de estudio.

La evaluación de riesgos forma parte del análisis SWOT.
Sus componentes
Un análisis SWOT se realiza, tal como señalamos, con la enumeración de las fortalezas, las oportunidades, las debilidades y las amenazas.
Las fortalezas son aspectos internos positivos. Se trata de cuestiones que evidencian un funcionamiento correcto o presentan cualidades favorables.
Como debilidades se consideran aquellas iniciativas o procesos que no funcionan de la manera apropiada o que recogen devoluciones negativas. Por lo tanto es posible mejorarlos introduciendo los cambios necesarios.
Es importante recordar que tanto las fortalezas como las debilidades son internas. Las variables externas, en tanto, constituyen las oportunidades y las amenazas.
Las oportunidades ubican al proyecto, la empresa o el profesional en un lugar conveniente o beneficioso. Se clasifican de este modo aspectos o situaciones que pueden explotarse o aprovecharse.
Las amenazas, por último, son potenciales inconvenientes o problemas que proceden de afuera. Generalmente no pueden ser controlados, aunque sí es posible actuar de manera preventiva para reducir daños o adaptarse.

Un análisis SWOT puede nutrirse de encuestas de satisfacción y el feedback de los clientes.
Cómo hacer un análisis SWOT
Un análisis SWOT puede realizarse de distintas maneras. Habitualmente se hace de forma grupal, con la intervención de los responsables de cada área de la empresa o incluso de todos los miembros del equipo.
Hay quienes optan por iniciar el desarrollo volcando los aportes directamente en la matriz cuadrada. Otra posibilidad es ir recopilando los comentarios y los datos en una lista y luego ordenarlos en la cuadrícula (en la parte superior se incluyen los elementos internos y en la inferior, los externos; asimismo, en el lado izquierdo se detallan los positivos y en el derecho, los negativos).
En cuanto a la investigación en sí misma, lo habitual es comenzar con los factores internos ya que son más fáciles de reconocer y actuar sobre ellos. En la fase posterior se procede a la evaluación de los factores externos, que escapan del control de quienes realiza el análisis SWOT.
El análisis SWOT requiere tanto creatividad como capacidad organizativa. La innovación contribuye identificar todas las variables y a reconocer las oportunidades y las amenazas, mientras que se necesita constancia y concentración para ordenar y estructurar los datos.
Su aplicación
Una vez realizado el análisis SWOT, se lo puede aplicar en muchas acciones y procedimientos. La matriz es útil para elaborar un plan de negocios, implementar iniciativas que permitan incrementar la satisfacción del cliente, diseñar promociones o mejorar la eficiencia operativa, por mencionar algunas posibilidades.
En un sentido amplio, el análisis SWOT brinda contenidos importantes para la estrategia corporativa en general. Puede ayudar a la mejora continua y a la planificación de escenarios diversos, entre otras cuestiones.
Resulta clave que la información que se recopila sea precisa y que el análisis de datos se haga correctamente para que arroje resultados confiables. Dicho de otro modo: si las variables consignadas en la matriz SWOT no corresponden o son falsas, el análisis carecerá de utilidad. Además, si los datos son malinterpretados todo el trabajo será infructuoso.
Ejemplos de análisis SWOT
Para terminar, vamos a repasar distintos ejemplos de análisis SWOT.
Tomemos el caso de una pizzería con veinta años de historia en un barrio. Un análisis SWOT podría mencionar:
Fortalezas: Marca de trayectoria reconocida / Productos de alta calidad
Debilidades: Costos elevados de las materias primas / Limitaciones de infraestructura
Oportunidades: Posibilidad de crecimiento a través del comercio electrónico (venta a través de aplicaciones) / Diversificación del menú (incorporación de empanadas)
Amenazas: Inflación / Llegada de nuevos competidores
Pensemos ahora en un nuevo diario digital centrado en lo que sucede en una ciudad. Su análisis SWOT indica:
Fortalezas: Cubre un nicho poco explotado / Ofrece información en múltiples formatos
Debilidades: Al limitarse a una ciudad específica, su alcance es limitado / Demanda inversión constante para su actualización tecnológica
Oportunidades: Puede establecer acuerdos con otros medios para expandirse / Ofrece una espacio novedoso para que los comercios publiciten
Amenazas: Las redes sociales cautivan la atención en detrimento de los diarios digitales / Creciente pérdida de confianza de la población en el periodismo