En 1950, China llevó a cabo la anexión del Tíbet como parte de una estrategia bélica.
Anexión es el acto y la consecuencia de anexar. El verbo anexar, en tanto, alude a adjuntar o unir una cosa a otra.
TemasAnexión de territorios
La idea de anexión suele usarse con referencia a un proceso a través del cual un Estado incorpora, por la fuerza, un territorio que formaba parte de otro Estado. La anexión implica que las fuerzas ocupantes acceden a la región en cuestión para apropiársela, acompañando la acción con una declaración unilateral.
Es importante mencionar que la anexión puede relacionarse con una conquista. El derecho internacional no reconoce este tipo de procedimientos, mientras que los Estados que recurren a la anexión para incorporar territorios no suelen utilizar este concepto.
La anexión supone apoderarse de otro país, ya sea de manera total o de una zona en particular. En este marco, el ocupante elimina las instituciones de la nación y traslada las propias, usando sobre todo sus fuerzas armadas.
Anexión del Tíbet
Un ejemplo de anexión tuvo lugar el 7 de octubre del año 1950, cuando se produjo la anexión del Tíbet por parte de China. Nótese que para la cultura china, el suceso se conoce como «liberación del Tíbet». El Reino del Tíbet había alcanzado su independencia en 1912; sin embargo, a comienzos de la década de 1950, el ejército de la República Popular China invadió su territorio (para “liberarlo”, según el régimen comunista chino). Hoy en día, el Tíbet tiene el estatus de región autónoma, aunque pertenece al Estado chino.
Aquel día, el ejército del Tíbet cayó frente al de la República Popular China en la ciudad de Chamdo, perteneciente a la provincia de Kham, situada al este. Se trató del primer hito en la campaña que China condujo para concretar la anexión del Tíbet a su propio territorio. Es importante situar este suceso en contexto, ya que fue contemporáneo a la Guerra de Corea, un conflicto que tuvo lugar entre los años 1950 y 1953 en el que la República de Corea (con el apoyo de Estados Unidos) se enfrentó a la República Popular Democrática de Corea (con el apoyo de la Unión Soviética y la República Popular China).
De hecho, la intención que China tenía de anexar el Tíbet se basó en el miedo a ser atacada por Estados Unidos por el suroeste, precisamente donde se ubica esta región. Dado que existía la posibilidad de que los norteamericanos usaran armas nucleares, la amenaza era verdaderamente considerable.
Anexión de Kuwait
En 1990, por otra parte, Irak procedió a la anexión de Kuwait. Dicha acción militar desencadenó el inicio de la llamada Guerra del Golfo: con la rendición de Irak que puso fin al conflicto bélico, Kuwait recuperó su independencia.
La anexión de Kuwait comenzó con una invasión sorpresa comandada por Sadam Husein.
La operación inicial tuvo lugar entre el 2 y el 4 de agosto de aquel año, y se manifestó como una invasión, luego de la cual el emir Yaber III se vio obligado a abandonar su cargo e Irak anexó la República de Kuwait a su territorio una semanas después. Esto no fue bien visto por el resto del mundo, ya que además de ir en contra de lo pactado un día antes en una cumbre celebrada en Arabia Saudita para intentar solucionar sus diferencias, la violencia y la intimidación fueron dos de las herramientas principales.
El ataque comandado por Sadam Husein sorprendió a las tropas de Kuwait con más de 90 mil soldados que atravesaron la frontera por aire, mar y tierra. Seguidamente, al oeste de la ciudad de Al Jahra, ocurrió la denominada Batalla de los Puentes, en la cual los kuwaitíes estuvieron en desventaja, no sólo por el efecto sorpresa, sino porque gran parte de su ejército estaba de licencia por los festejos del Año Nuevo islámico.
