Argentina es el nombre de un país que se encuentra en América del Sur. Limita con Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay y dispone de una extensa franja costera junto al océano Atlántico.
Historia
El término Argentina procede del vocablo latino argentum, que puede traducirse como “plata”. La denominación está vinculada a la supuesta presencia extendida de minas de plata en la región, una creencia errónea que tuvieron conquistadores europeos llegados a la zona en la antigüedad.
Los orígenes de Argentina como Estado independiente se remontan al 9 de julio de 1816, cuando las Provincias Unidas del Río de la Plata se separaron del Virreinato del Río de la Plata y dejaron de depender de la Corona española. Antes, en 1810, ya se había conformado la Primera Junta de Gobierno tras la llamada Revolución de Mayo.
Organización del territorio
Argentina en la actualidad se divide en 23 provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que es la capital nacional. El Estado se encuentra organizado como una república democrática, federal y representativa.
Es importante mencionar que cada provincia dispone de sus propios tres poderes autónomos (Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial). La Constitución establece cómo se integran estos poderes en la organización nacional.
Frente al mundo
Por su extensión territorial, Argentina es el octavo país más grande del mundo. Sin embargo, no se ubica entre los treinta con mayor cantidad de habitantes, lo cual demuestra que buena parte de su territorio no se encuentra densamente poblado.
Escritores como Jorge Luis Borges y Julio Cortázar; exponentes del tango como Carlos Gardel y Ástor Piazzolla; y deportistas como Diego Armando Maradona, Lionel Messi, Emanuel Ginóbili y Gabriela Sabatini son algunas de las personalidades de Argentina que, a lo largo de la historia, trascendieron las fronteras.
Corralito
El término corralito, diminutivo de corral, en el territorio argentino se usa para hacer referencia a un mueble similar a una cuna en el que los más pequeños pueden dormir y jugar mientras los padres no pueden supervisarlos. Dado que cuenta con barrotes en sus cuatro lados, el bebé no puede salir, de manera que no existe el riesgo de que se vaya a caminar por el resto de la casa. Esta idea de inmovilización se aprovechó para dar nombre a la restricción de los ahorros que los ciudadanos sufrieron desde el año 2001.
El anuncio oficial lo hizo el entonces presidente de la Nación Fernando de la Rúa, el 3 de diciembre, y la medida prohibía el acceso al dinero en efectivo que los argentinos tuvieran depositado en cajas de ahorros, plazos fijos y cuentas corrientes, de manera que quedó «atrapado», como si se encontrara en un auténtico corral. Argentina atravesó una de sus etapas más oscuras a nivel político y económico desde entonces, y su moneda se devaluó hasta alcanzar niveles imposibles de imaginar, llegando a un deterioro que incluso dos décadas después no se revirtió.
El corralito en sí mismo se extendió hasta el 2 de diciembre del año siguiente, cuando el Gobierno anunció que los depósitos finalmente serían liberados. Este término tuvo tanta repercusión en todos los noticieros de habla hispana que comenzó a ser usado en otros países, cada vez que sufrieran una situación similar.
La meta de tal medida era que los bancos no se quedaran sin dinero, algo que en teoría habría causado una situación de pánico y un colapso del propio sistema. El Ministro de Economía, Domingo Cavallo, otro aspecto positivo del corralito era que promovía el uso del pago electrónico, un método que en principio vuelve imposible la evasión de los impuestos. Cabe mencionar que antes del cierre de 2001 surgió una crisis que llevó a Argentina a una situación de inestabilidad sin precedentes, en la cual el país tuvo cinco presidentes y otras prohibiciones que lo aislaron severamente del resto del mundo.