En un tratamiento autólogo, el donante y el receptor son la misma persona
Autólogo es un concepto que se forma con el elemento compositivo auto- (que significa “por uno mismo” o “propio”) y la terminación de la palabra homólogo (que alude a aquello que tiene homología; es decir, un vínculo de correspondencia con algo o alguien). Puede asociarse el origen de la noción al vocablo inglés autologous.
TemasDonante y receptor coinciden
La idea de autólogo se emplea en el terreno de la medicina para calificar a lo que se consigue de la misma persona que lo recibe. Por lo general el término aparece cuando un solo sujeto es el donante y, a la vez, el receptor de un determinado procedimiento o tratamiento médico.
Un trasplante autólogo, también conocido como autotransplante, implica que se realiza una extracción de un injerto y su posterior implantación en el mismo sujeto. Este tipo de intervención ofrece como ventaja que no se producen rechazos, aunque la parte quirúrgica suele ser compleja y también pueden registrarse inconvenientes inmunológicos.
Tomemos el caso de los trasplantes autólogos de células madre. Como ya explicamos, en este caso el paciente que recibe el trasplante es el propio donante, a diferencia de lo que ocurre con un trasplante alogénico o alotrasplante, donde las células madre son aportadas por alguien distinto.
Los trasplantes autólogos de médula ósea se emplean para tratar la anemia aplásica, los linfomas y las leucemias. Se extraen células madre por aférisis o de la médula ósea y, tras la aplicación de quimioterapia, se reimplantan.
Suero autólogo
El suero autólogo es un preparado de la sangre que ha sido usado para tratar diversos trastornos del epitelio ocular, como ser la queratitis neurotrófica, la erosión corneal, los defectos persistentes y la xeroftalmia, entre otros. Es un colirio natural de tipo biológico y heterogéneo, que sirve para promover la regeneración de la superficie del ojo, en parte por contener factores como la vitamina A, TGF beta y EGF.
Otro de los beneficios del suero autólogo es que colabora con la humectación, la viabilidad de las células y la desinflamación de la superficie ocular, gracias a su contenido en inmunoglobulinas. Como dato curioso, su composición es prácticamente idéntica a la de la lágrima: coinciden en un 99 por ciento. También se asemejan considerablemente su osmolaridad y su pH.
Al tratarse de un producto que surge de la misma persona que lo recibirá, no sólo se descarta el riesgo de rechazo sino que tampoco hay contraindicaciones. Además, es posible combinarlo con otros tratamientos comunes, como ser gotas antiglaucomatosas, antiinflamatorios y lágrimas artificiales. Otra gran ventaja frente a sueros extraídos de otros individuos es que no existe el riesgo de contraer infecciones ni desarrollar alergias de ningún tipo.
Su desarrollo surgió tras la necesidad de sustituir a las lágrimas que pudieran brindarle al paciente componentes naturales que por diferentes razones tenga en proporciones menores a las normales. La lubricación es otro de sus principales objetivos.
El suero autólogo es muy usado en la oftalmología
Uso del suero autólogo
El ojo seco grave, cuyo nombre técnico es el ya mencionado xeroftalmia, fue la primera enfermedad para la que se usó el suero autólogo. En la mayoría de los casos se reportó una mejoría subjetiva importante luego de los primeros dos días. También sirve para el control de la queratropatía neurotrófica, para la cual se ha conseguido que el ojo cicatrice por completo, además de mejorar la sensibilidad de la córnea.
Con respecto a las erosiones corneales recurrentes, el suero autólogo consigue que la tasa de recurrencias descienda notablemente. En combinación con las cirugías de reconstrucción consigue que el epitelio corneal mejores su estabilidad; algunas de las más comunes son el trasplante de membrana amniótia y el de células limbares.
