Bache es un término que tiene varias acepciones. De acuerdo a lo indicado por la Real Academia Española (RAE), su origen etimológico no está claro.
El primer significado que menciona la RAE en su diccionario hace referencia a un agujero o un desnivel que aparece en el pavimento de un camino. Los baches pueden producirse en carreteras (rutas), calles y otras vías que se emplean para transitar.
El peligro de un bache
Los baches constituyen uno de los problemas más habituales al circular en automóvil por una ciudad. Muchas veces resulta difícil advertir y esquivar estos hoyos, con lo cual las ruedas del vehículo suelen introducirse en ellos.
De este modo, si una de las ruedas pasa sobre el bache, el coche se hunde bruscamente por la ruptura del pavimento y luego vuelve a la superficie normal de la calle. Este movimiento puede provocar diversos daños al auto.
Que un neumático sufra un corte o incluso se reviente son dos de los inconvenientes más frecuentes provocados por los baches. Los amortiguadores, la suspensión y el chasis también pueden verse afectados. Por otra parte, es habitual que un bache altere la puesta a punto del automóvil, haciendo necesario revisar la alineación y el balanceo.
No se puede dejar de mencionar, además, que un bache puede hacer que el conductor pierda el control. En algunos casos, el deseo de eludir al bache puede llevar a realizar una maniobra peligrosa.
Cómo minimizar los perjuicios
Como ya comentamos, atravesar un bache puede romper diferentes partes de un vehículo. La lógica indica, pues, que lo ideal es esquivarlos. Para cumplir con este objetivo, se necesita no conducir a alta velocidad.
Avanzar a una velocidad moderada o baja incluso ayuda a reducir eventuales averías si finalmente se atraviesa un bache. Mantener los neumáticos con la presión adecuada es otro factor que contribuye a menguar los deterioros.
Por supuesto, todo lo expresado sobre estos peligros está vinculado a la existencia de baches: dicho de otra forma, sin baches, estos riesgos desaparecen. Siempre es importante dar aviso a las autoridades sobre los baches para que procedan a su reparación y los eliminen.
Bache como caída transitoria en una actividad
Otro uso de la noción de bache se vincula a una caída pasajera en el nivel de actividad. El bache supone un descenso que se logra superar.
Supongamos que una empresa suele generar ingresos de entre 500.000 y 800.000 pesos por mes. Sin embargo, atraviesa un periodo donde apenas llega a los 250.000 pesos durante tres meses consecutivos. Luego, recupera su actividad habitual, volviendo a superar los 500.000 pesos. Puede decirse que la compañía tuvo un bache y se recuperó.
La idea de bache se emplea de manera similar en el deporte. Si un futbolista logra un gran rendimiento al comienzo y al final de un torneo, pero no juega bien en varios encuentros de la mitad de la temporada, es posible afirmar que evidenció un bache.
Abatimiento temporal
Cuando una persona se encuentra padeciendo un mal momento anímico o de salud, se habla de bache, siempre que estén dadas las condiciones para que el trance sea superado en el corto plazo y sin consecuencias graves.
Si una mujer está triste porque su hijo se fue de viaje y no lo verá por varios meses, puede afirmarse que se encuentra en un bache, ya que esa angustia desaparecerá apenas su descendiente regrese y se produzca el reencuentro.